FICHA TÉCNICA
País: España
Dirección: Marta Nieto
Guión: Marta Nieto, Beatriz Herzog
Fotografía: Julián Elizalde
Reparto: Marta Nieto, Noa Álvarez, Nahuel Pérez Biscayart, Sonia Almarcha, Berta Sánchez, Gerard Oms, Paula Foncea, Juan Pino Rodil, Lorena López, Pablo Alamá
Género: Drama
Año: 2024
Duración: 89′
SINOPSIS
Ana compagina su trabajo de vigilante de sala en un museo con el cuidado de Son, su hija de ocho años. Separada desde hace tiempo, su rutina se rompe con el inicio del curso escolar cuando Son inicia una exploración de identidad. Desorientada, Ana empezará a ver las cosas de otra manera y poco a poco tendrá que reencontrarse con la mujer que fue antes de ser madre. Para poder acompañar a su hija, Ana tendrá que volver a ser Ana.
TRAILER
NUESTRA OPINIÓN
«¿Tú cómo te lo pasas bien?»
Marta Nieto debuta en el largometraje con ‘La mitad de Ana‘, una obra que parte del intimismo emocional de su corto ‘Son’ (2022), pero que aquí expande hacia un terreno más ambicioso y simbólico, teniendo como fondo la transexualidad infantil (que complementa la visión de conflicto familiar de ‘20.000 especies de abejas’ de Estibaliz Urresola Solaguren, 2023). La película es una exploración introspectiva sobre la identidad y sus múltiples fragmentaciones: personales, familiares y sociales. La protagonista, Ana (Marta Nieto), trata de reencontrarse consigo misma. La relación con su hijo Son (interpretado por Noa Álvarez), marcada por la tensión de su propia identidad, y el conflicto latente con su exmarido francés (interpretado por Nahuel Pérez Biscayart) por la custodia, y su propia situación profesional, son los motores de una narrativa que plantea una pregunta esencial: ¿cómo reconciliar nuestras múltiples facetas para encontrar paz? La directora, con un lenguaje visual cargado de metáforas y ecos de realismo mágico, sitúa el conflicto identitario en un contexto íntimo y universal. Ana, en crisis profesional y personal, se mueve en un mundo fragmentado que refleja su estado interno de confusión y caos, un estado de boceto, como los que dibuja continuamente.
El cuadro ‘Un mundo’ (Ángeles Santos, 1929) situado en una de las salas del Museo Reina Sofía en la que Ana trabaja como guardia de seguridad, a través de sencillas y efectivas técnicas de animación, parece cobrar vida en su mente, erigiéndose en la puerta de aceptación, expresiva y surrealista, de los acontecimientos de su vida. El cuadro se convierte así en hilo conductor, en un espejo metafórico que refleja sus deseos reprimidos, sus miedos y su desconexión con la realidad. Una desconexión emocional que se hace tangible a través del espacio y el uso de los espejos, siempre cargados de simbolismo, para expresar ese mundo fragmentado y distante. En una escena, Ana aparece reflejada en una puerta mientras su hijo, en la cama, es capturado por el mismo espejo; para más adelante, fundirse ambos en el reflejo de una televisión, en una especie de reconciliación ilusoria que sugiere las capas superpuestas de su relación. También con su hermana aparece dividida por el marco de una ventana.
Su situación personal, separada y sin trabajo en lo que le gusta y la transición de Son, determinan su mundo nervioso y frustrado. Un mundo que se nos muestra fragmentado y borroso, a través de planos cortos y primeros planos, de desenfoques que subrayan la claustrofobia emocional de la protagonista; el uso de luces y sombras como extensión de su angustia (la tenue iluminación del pasillo durante una discusión de pareja, contrasta con la oscuridad del cuarto donde ella y su hija se reflejan). Solo en un plano abierto, donde aparece una familia trans con la que Ana interactúa, vislumbramos la tregua de la aceptación de la diversidad como paso hacia una integración personal
El realismo mágico, el surrealismo del cuadro, funciona como recurso narrativo que se integra orgánicamente en la historia, y que expresa un mundo poliédrico y complejo, en el que las imágenes oníricas y lo fantástico sirven para profundizar en la psique de su protagonista. Los elementos naturales y cotidianos adquieren una dimensión simbólica, y tienen su eco en el cuadro de Ángeles Santos. El viento que agita a los niños mientras nadan o el árbol sin hojas junto a una figura enigmática evocan la fragilidad y la soledad de Ana; el fuego en las escaleras, introduce un elemento de transformación: un presagio de destrucción, pero también de renacimiento.
‘La mitad de Ana’ es un trabajo ambicioso y valiente, pero imperfecto, que en ocasiones se ahoga en su propio intento de abarcarlo todo; pero que logra capturar con sencillez la complejidad familiar, educativa y social sobre la identidad y que, al menos, sirve como recordatorio de que, para encontrarnos con el otro, primero debemos reconciliarnos con nosotros mismos; cuidarnos para cuidar.
MÁS INFORMACIÓN
Web oficial: –
IMDb: http://www.imdb.com/title/tt21903842/
FilmAffinity: http://www.filmaffinity.com/es/film291551.html