Con guion construido a cuatro manos, junto a Lola Mayo, Manuel Martín Cuenca cambia totalmente de registro, aventurándose por los caminos de un drama social y familiar de honda emoción y cálida sencillez. Un coming of age, desde un pasado de la oscuridad de la pérdida y el desencanto, de procesiones de vírgenes, velas y silencio, a la luminosidad de la esperanza proyectada sobre un cielo azul...
