FICHA TÉCNICA
País: Estados Unidos
Dirección: Maggie Gyllenhaal
Guión: Maggie Gyllenhaal. Novela: Elena Ferrante
Fotografía: Hélène Louvart
Reparto: Olivia Colman, Jessie Buckley, Ed Harris, Dakota Johnson, Peter Sarsgaard, Paul Mescal, Oliver Jackson-Cohen, Dagmara Dominczyk, Alba Rohrwacher
Género: Comedia
Año: 2021
Duración: 121′
SINOPSIS
Sola en unas vacaciones junto al mar, Leda (Olivia Colman) se ve consumida por una joven madre y su hija mientras las observa en la playa. Intrigada por su atractiva relación (y por su estridente y amenazante familia), Leda se siente abrumada por sus propios recuerdos del terror, la confusión y la intensidad de la maternidad temprana. Un acto impulsivo lleva a Leda al extraño y ominoso mundo de su propia mente, donde se ve obligada a enfrentarse a las decisiones poco convencionales que tomó como madre joven y a sus consecuencias.
TRAILER
NUESTRA OPINIÓN
«I’m an unnatural mother»
Maggie Gyllenhaal opta en su ópera prima, por guionizar la novela homónima de Elena Ferrante, sobre la maternidad y la familia. La directora construye un drama con tintes de thriller psicológico, y un acertado ambiente de suspense.
Leda (Olivia Colman), cincuentona, divorciada, madre de dos hijas, profesora, independiente, se va de vacaciones a una isla griega para descansar y escribir («It’s a working holiday«). El encuentro con Nina (Dakota Johnson), una joven madre de una niña, abrumada y oprimida en un entorno familiar clásico, desata un diálogo entre el presente de ambas, con el pasado conyugal y maternal de Nina (en el rostro de Jesie Buckley).
Tras una especie de flashback inquietante (una mujer cae con una herida en el vientre en la playa de noche), Gyllenhaal opta por un inicio de encuadres más o menos equilibrados, de libertad (la mano fuera del coche mientras conduces) en el que la aparición de una familia italo-americana (estilo «Los Soprano») dinamita la esperada tranquilidad, transformando el idílico espacio de vacaciones en una especie de purgatorio o limbo particular, en el que se proyectan sus propias experiencias, y que despierta también una inestabilidad interior. Un espacio, el de la isla, que hace de juego de espejos que refleja su interior, proyecta sus miedos, sus anhelos, sus dudas, sus deseos y remordimientos. El encuentro con la familia, y con la madre joven, metáfora de lo que espera la sociedad de la familia, de patrones heteropatriarcales, cerrados, de ruido y exigencias, de distanciamiento cultural, suponen un choque interior.
La narración avanza mediante flashbacks, en una relación circular; es decir, el presente, ya sean situaciones, objetos o sentimientos, disparan una conexión en el pasado. Y es en esos momentos que, para generar esa vinculación, se percibe una cierta reiteración e incluso subrayado, que lastra en cierta manera el ritmo de la película. También el uso, y a veces abuso, de metáforas, como la muñeca y la naranja, que funcionan como elementos de una infancia perdida, y que de alguna manera condiciona la relación con sus hijas, rechazando la de su propia madre.
Gyllenhaal se apoya en el trabajo de Colman (y de Buckley) para construir un personaje desequilibrado, atormentado por sus decisiones pasadas, que se cuestiona y se quiebra, y somatizando ese dolor interior, ese conflicto latente; acentuado con el contrapunto musical. Logran crear un personaje caleidoscópico, complejo, inquietante y enérgico, irracional y neurótico, con el que es difícil empatizar. Y así son los personajes femeninos de la película, múltiples y complejos, huyendo de la psicología unidireccional habitual en los personajes femeninos.
Junto con la veterana directora de fotografía Hélène Louvart, construye una narración alejada de la belleza pictórica del entorno, apostando por mostrar los conflictos internos, el juego psicológico, mediante el uso de la cámara en mano, encuadres tensionados, angulaciones, primeros planos y escasa profundidad de campo. Jugando también con los cambios estéticos, entre la luminosidad azulada del presente en la isla, al claustrofóbico pasado, de tonos ocres, mediante la reiteración de situaciones de creciente opresión y aislamiento emocional y profesional.
Destacan por un lado, el acierto al optar por una cierta distancia moral respecto a los actos y comportamientos de los personajes, dejando espacio a la interpretación al espectador; y por otro, la construcción de una atmósfera de suspense continua, de sexualidad y violencias reprimidas, de nubes de tormenta de verano a punto de descargar. Una tensión creciente que rompe con violencia en una huida hacía adelante de Leda, huyendo de sus recuerdos, liberándose de la culpa, para finalmente encontrarse y aceptarse. Un viaje que parece querer curar la herida interior y también física, curiosamente en el vientre, de la maternidad.
Un debut comprometido, un estudio de personajes que se aleja del efectismo y del idealismo clásico de la familia y la maternidad, que huye de justificaciones, para acercarse y cuestionar aquella desde una mirada femenina y compleja. Una maternidad sostenida en la calidad y en el amor, no limitada sino expansiva. Podría ser la cara A, la versión «posh» (pija) de la película española ‘Ama‘ (Júlia De Paz Solvas, 2021).
«Children are a crushing responsibility»
MÁS INFORMACIÓN
Web oficial: https://www.thelostdaughtermovie.com/
IMDb: http://www.imdb.com/title/tt9100054/
FilmAffinity: http://www.filmaffinity.com/es/film454724.html