Viene de Sitges 2015: Crónica (2/3)
MUY RECOMENDABLES:
‘Turbo Kid’ (Anouk Whissell, François Simard, Yoann-Karl Whissell, 2015)
En un mundo distópico ochentero no hay gasolina, ni agua, y los supervivientes viven duramente. En él habita Turbo Kid.
Vaya por delante, es un film altísimamente friki. Para que te emocione tienes que haber vivido los 80, con sus bicis de cross, su música y sus películas casposas. Si es así, y además te gusta el gore, ésta es tu película. Si no, pues hombre, no sé yo… hay demasiada sangre y cosas raras para que te resulte agradable, en todo caso no ponérsela a la abuela porque le puede dar un patatús.
Grandemente disfrutable, cuenta con unas muy buenas actuaciones destacando la pareja protagonista, en especial Laurence Leboeuf que llega a enamorar al personal, y el grandísimo Michael Ironside que reaparece después de cierto tiempo sin verle, bastante más gordo de lo habitual, pero igual de carismático. El guión está suficientemente trabajado para que resulte divertido y muy dinámico sin que llegue a aburrir en ningún momento, y la música es una autentica delicia, sucediéndose el techno, el pop y las baladas continuamente. Por lo demás, y como única pega, diría que algunas escenas gore son algo chuscas, sin mucho gusto, un poco como de relleno…, quizás así esté buscado por los directores, en copia de las cintas horribles en la que este producto se basa, pero bueno, en otros casos las mutilaciones están bien realizadas y con mucho estilo, lo que me hace pensar que podían haber aplicado el mismo criterio a todas. Muy recomendable.
‘Summer Camp’ (Alberto Marini, 2015)
Cuatro monitores estadounidenses coinciden en un campamento español para aprender inglés, pero su estancia, desde luego, no será idílica.
Confieso que no daba un duro por esta película. Su sinopsis me retrotraía a los clásicos slashers mata jovencitos calenturientos. Sin embargo, a medida que el film avanzaba me daba cuenta de que no, que estaba ante otra cosa mucho más agradable y visceral, y hacia mitad de metraje comencé a disfrutar como una bestia de lo que estaba viendo. La mano de Balagueró, para mi el mejor director de terror hispánico del momento, se nota poderosamente, y transforma lo que podía haber sido una caca en un ‘REC‘ ultravitaminado y brutal donde cada actor ejecuta dos papeles antagónicos, y he de decir que bastante bien. El ambiente nocturno, la amenaza mortal, y el miedo están bien conseguidos. Ojo, de forma física, no psicológica, porque este film es profundamente físico no hay ninguna sutilidad, ni falta que le hace. El guión cumple sin grandes florituras y permite hacer creíble (más o menos) las situaciones desarrolladas, pero sobre todo permite la escena final que es una verdadera joya. Después de tanto fantasmilla soso esta peli es muy refrescante.
‘SPL 2: A Time for Consequences’ (Sha po lang II) (Cheang Pou-Soi, 2015)
Un vigilante de una prisión Tailandesa con su hija enferma, se une a un policía infiltrado en la misma para detener a un peligroso mafioso.
En estas películas, donde salen unos individuos de ojos rasgados que reparten ostias como panes, tengo que reconocer que el guión es lo de menos, y todo gira en presentar situación tras situación donde estos mencionados tipos se lían a puñetazos y patadas y se cargan al personal de la manera más espectacular posible hasta que por fin llegan al jefe final y le meten la consabida somanta de palos que todo el mundo estaba esperando, léase aquí, por ejemplo, ‘The Raid‘.
No obstante, tengo que reconocer que aquí, el aspecto guión está mucho más trabajado, y entre palo y palo ocurren cosas humanas. Así nos presentan a una niña enferma de leucemia que tiene un aspecto tan adorable, y actúa tan bien, que hasta a un servidor, duro entre duros y amante de la ultra violencia fílmica, se le saltaron dos o tres lagrimillas en varios momentos. La verdad es que es un espectáculo verla, y más en un cine como el Auditori, con su gran pantalla y magnífico sonido. Además, tiene una escena supergraciosa con emoticonos muy original, y un plano secuencia en la cárcel también memorable. En definitiva, que hay que verla, además se ha llevado el premio a la Mejor Película en una de las Secciones oficiales de Sitges, ¿quién da más?.
‘Love (3D)’ (Gaspar Noé, 2015)
Un chico americano se desespera cuando piensa que, por su culpa, su gran amor ha desaparecido.
‘Love‘ es la historia de los amores entre un cani norteamericano y una pijilla con ramalazo poligonero francesa. Así de crudo, así de simple. Y como tales, resulta que su amor es apasionadísimo, y no puede haber amor más grande que el que él tiene por ella y viceversa, y se quieren todos morir de amor y tal. Pero claro, él es muy guay y a la primera de cambio se la pega con otra, cosa que también hace ella pero con más estilo y fundamento, y se enfadan, y se vuelven a reconciliar, y se vuelven a gritar por un quítame allá esas pajas (nunca mejor dicho), y se reconcilian otra vez, y follan, y follan y vuelven a follar como los peces en el rio. Esto es todo, y así se lo hemos contado, ahora bien, el señor Gaspar Noé, autor de películas tan bestiales como ‘Irreversible‘, lo cuenta de otra manera. Mucho más bonita. Mucho más hipnótica. Con mucha más pasión. Y salpica la pantalla con tetas y culos, y sobretodo pollas, en realidad sólo una, pero está siempre fuera de su bragueta, y es gorda de pelotas y de sí misma. Es la picha que todos queremos para nosotros mismos y allí la vemos en la pantalla fotograma sí y fotograma no, y en un momento dado, va y nos salpica toda la cara con el líquido blanco de la vida, así, con dos cojones, porque soy Gaspar Noé y lo valgo, y además, tengo que justificar el 3D.
Ahora ya fuera de bromas, ésta es otra de las películas que, a priori, no me interesaba por su temática, pero como no tenía otra cosa mejor que hacer me la vi a las 08:30 de la mañana, con toda la resacona. Y he de decir que me gustó, su tratamiento, que no su trama, me gustó mucho, y me resultó extrañamente hipnótica por su imagen, y más que eso, por su música. Hay que echarle un vistazo, está claro, pero llevar paraguas, por si acaso.
‘The Invitation’ (Karyn Kusama, 2015)
Un grupo de amigos recibe una invitación a casa de uno de ellos para cenar, charlar y volver a verse después de muchos años.
La reciente ganadora del Festival es una película muy recomendable, porque va de menos a más, que es como toda película debe ir y no al revés como muchas. Al principio, nada más empezar, puede parecer un pastelón, bastante floja y con las actuaciones del plantel un poco simplonas, pero a medida que avanza la trama se va haciendo más misteriosa e intrigante, empiezas a preguntarte ¿qué pasa?, sabes que algo bueno o malo se está cociendo y no termina de aparecer, y empiezas a desesperarte un poco, sobre todo cuando ves que te ocultan de manera bastante efectiva ciertos sucesos. Pero luego llega el estallido final impresionante y el siguiente al final, aún mejor, y ves que la espera mereció realmente la pena, como por ejemplo en ‘Perros de paja‘. Los actores, la música (escasa), el único decorado agobiante, como una cárcel, y sobre todo, el guión, hacen de este film un verdadero «must see«. Complicado hablar más de ella sin desentrañar sus secretos, es mejor verla por uno mismo.
‘El cadáver de Anna Fritz’ (Héctor Hernández Vicens, 2015)
El cadáver reciente de la guapísima actriz Anna Fritz reposa en la morgue de un hospital esperando su autopsia.
Partiendo de esa premisa tan simple, el novel director ejecuta una película muy de Hitchcock, que ya es decir. Pero es verdad, muchas veces sientes esa sensación de angustia esperando que una puerta se cierre, o que un ruido no se oiga, o esas cosas que hacen que te muerdas las uñas y en las que el inglés era un maestro. El film que nos ocupa, obviamente, no es redondo, a veces peca, tal y como comentaba en la película ‘Victoria‘ de cierta inverosimilitud en algunas actuaciones o decisiones, pero no es tan importante en este caso, porque estamos desde el principio al fin en un contexto totalmente desquiciado, y cuando todo es surrealista y demencial bien se pueden perdonar algunos detalles. En definitiva, un buen thriller de tema altamente escabroso, bien interpretado a pesar de la juventud de los protagonistas, y bien captado el ambiente tenebroso (en este caso, más que tenebroso aséptico) que estas producciones tienen que tener. Buen debut, y esperemos que la próxima película de este hombre sea aún mejor si cabe.
‘La prochaine fois je viserai le coeur’ (Cedric Anger, 2015)
Un asesino en serie que mata mujeres está suelto en el París de los setentas. Se encarga su captura a un policía ejemplar.
Poco puedo decir de esta película más allá de que me gustó mucho. Realmente no destaca por nada especial, sin embargo, y puede que ahí resida su «bon faire«, todos los elementos que la componen están perfectamente integrados unos con otros fabricando, al fin, un producto por encima de la media actual. Así tenemos una actuación muy ajustada del Policia/Asesino (sí, no es spoiler, puesto que esto lo sabemos desde el minuto uno) que consigue transmitirnos su mente absolutamente perturbada hacia el cumplimiento exacto del deber y su misoginia brutal que le obliga a matar mujeres simplemente por hacer cosas «atrevidas». La fotografía no resalta, pero retrata bien el mundo gris y mediocre de este funcionario, y su guión nos va mostrando muy poco a poco que el círculo se va cerrando alrededor de él sin que éste pueda hacer nada por evitarlo, excepto negarlo todo, claro, como nuestros queridos políticos. Por lo demás, me pareció mucho más realista que la americana ‘Zodiac‘, película con la cual guarda muchos evidentes parecidos. Merece la pena dedicar un par de horas a verla.
‘Frankenstein’ (Bernard Rose, 2015)
La ciencia consigue, por fin, dar vida a un ser humano desde la nada. Pero el ser humano artificial es defectuoso, quizás no tanto como los humanos originales.
A estas alturas, después de mil y una adaptaciones del clásico de Mary Shelley, y sobre todo, después de varios batacazos seguidos que se han metido últimamente directores y actores tan famosos como Branagh y De Niro, hay que tener las pelotas de Espartero para hacer una nueva adaptación. Pero tengo que reconocer que el veterano director en este caso ha salido más o menos triunfante. A mí por lo menos me gustó bastante. ¿Por qué?, bueno, pues por varias razones. La primera, porque es una adaptación directa del clásico, situada en la época actual eso sí, pero que en general reproduce los pasajes, y por encima de todo, las ideas del libreto. No obstante, también se permite imitar a los clásicos de la Universal en escenas como la de la niña y la persecución de los paletos. No se anda el director con veleidades postmodernas y delirantes que suelen resultar fatales. Por otra parte, la actuación del elenco, del monstruo en primer lugar, que lo hace de manera muy pasional y te transmite fuerza y energía. Pero también de los secundarios, ese ciego tan logrado, las prostitutas que forman parte del ambiente, y esos doctores asépticos que todo lo miran bajo el prisma de la lógica y la ciencia. Y por último, por la sensación que te deja. Lo que estas viendo en pantalla, excepto una pequeña tontería tecnológica con un GPS, es casi lo que pasaría de verdad si consiguiéramos crear una aberración similar de la nada. Ya sabemos que el hombre es un lobo para el hombre, pero esta película nos viene a mostrar que el hombre es un lobo para toda vida, sea humana o no.
‘I am a hero’ (Shinsuke Sato, 2015)
Una extraña forma de gripe se expande por el Japón convirtiendo a las personas que la contraen en zombis.
Nos encontramos aquí con otro producto del boom zombi actual, en este caso adaptación de un comic nipón. ¿Aporta algo con respecto a otras muchas películas de mismo tema? No, aparte de que los que luchen sean japoneses y no americanos como es lo habitual. ¿Destaca en algo en especial? No. Entonces, ¿qué pasa?, ¿por qué la he calificado de buena?… no sé… déjame pensar…, pues porque ese día las películas del Festival fueron un poco aburridas y ésta me divirtió mucho más, bueno… y también porque no está mal realizada y al principio te pegas buenas risas con los pringaos japoneses de la oficina, y porque el final es brutalmente acojonante, y porque es japo, y los japos molan mucho… y…
En definitiva, porque sin destacar en nada cumple en todo. Es un capitulo de ‘The Walking Dead‘ bien hecho, con risas, drama, acción, gore, tensión y japonesas. Su referente más cercano es, obviamente, ‘Shaun of the Dead‘, aunque ésta me gustó más, me parece más redonda. En el caso de ‘I am a hero‘, el ritmo decae un poco en su tramo central lo que hace que pierda puntos, y hay una chiquilla por ahí que no se sabe muy bien qué pinta, pero su conclusión fantástica hace que perdonemos eso y más. Una pequeña decepción que me llevé fue comprobar que la película no respeta los monstruosos y deformes zombis del comic original excepto en el primero de ellos, con sus movimientos estrambóticos, el resto son zombis normales ya muy vistos. Se deja ver agradablemente lo que es un logro entre tanto subproducto.
‘Green Room’ (Jeremy Saulnier, 2015)
Para conseguir dinero, una banda de música punk se ve obligada a dar un concierto en una fiesta neonazi donde verán algo que no debieran haber visto.
Parece mentira que el director de ‘Blue Ruin‘, una película muy similar en motivaciones, pero extremadamente lenta en su desarrollo, sea el director de esta obra mayúscula de violencia, terror y gore. Es que son como el blanco y el negro. En este caso no hay concesión alguna al reposo, la adrenalina corre por la pantalla y cualquier error se paga con la muerte, que encima puede ser muy muy dolorosa. En todo momento la película es lógica en sus premisas, todos hacen lo que tienen que hacer sin comportamientos raros ni extraños cambios de bando, hasta el Capitán Picard (o Charles Xavier) está odioso en su papel de manipulador de jóvenes mentes estúpidas. La fotografía cumple con su objetivo obscuro y claustrofóbico, la interpretaciones son muy buenas y la música da el contrapunto estridente a las escenas aumentando aún más el grado de desquiciamiento del conjunto. Para ver con gente curtida a tu alrededor, porque los frágiles podrían tener un ataque de asma. BEWARE OF THE DOG!!
‘Macbeth’ (Justin Kurzel, 2015)
Al igual que dije en ‘Frankenstein‘, hay que tenerlos muy bien puestos para volver a hacer otra adaptación del Shakesperiano drama. Pero esta vez, el director, muy bien arropado por Fassbender, logra salir airoso del lance. Nos encontramos ante una adaptación literal, tanto en texto como época y ambiente, de las aventuras del alocado noble escocés, y visualizamos sus miedos y esperanzas, y su orgullo que al principio estaba contenido, pero con la intervención de su esposa (Cotillard) que le pica, le vemos desbordarse en una sangría sin fin para conseguir lo que cree que por derecho le pertenece (en este caso más que por derecho por oráculo) pero para al final, en una horrible metáfora de lo que es el hombre, quedarse sin nada para lo que tan profundamente se ha manchado de sangre.
A esta película, absolutamente teatral, y por tanto aburrida según los canones actuales, le salva al 99% la actuación magistral de Fassbender haciendo un Macbeth lleno de matices, noble, ambicioso, fiero, vengativo, etc. cuando corresponde. Pero no le van a la zaga otras figuras como Marion Cotillard que borda una esposa ambiciosa pero horrorizada cuando ve lo que ha desencadenado, o David Thewlis que como bondadoso rey, en un papel similar al que desempeñaba en ‘Kingdom of Heaven‘, es la barrera entre Macbeth y su destino. La fotografía pone el otro 1% restante, destacando sobre todo el color rojo de la sangre que invade la pantalla. Todo un clásico para maravillarse con la época en que se escribía bien de verdad, a ver para cuando una adaptación igual de buena de El Quijote, aunque sin Fernando Rey y sin Alfredo Landa no sería lo mismo.
‘Slow West’ (John Maclean, 2015)
Un joven noble inglés se adentra en el far west americano en busca de su novia de juventud que fue obligada a exiliarse.
Segundo tour de fuerza del amigo Fassbender, que vuelve a clavar su personaje, esta vez de Cowboy de vuelta de todo, caza recompensas, y que es capaz de hacer cualquier cosa por dinero, incluso proteger a un jovencito Lord inglés (en realidad escocés) que pinta tan poco en esas tierras tan peligrosas del Oeste americano como un pulpo en un garaje. La película, sin caer en el tópico de parajes desérticos, muestra un paisaje con todo esplendor de verdes, montañas, ríos y demás accidentes que hacen grande un viaje. Pero lo verdaderamente importante, es como nos van introduciendo el cambio en el chavalín, que de ser el típico snob inglés de libro, se muta, aunque sin perder su esencia, en uno más de esos personajes arquetípicos que todos conocemos de los films de Ford, pero no los de Leone, mucho más duros y harapientos. Al revés, el personaje de Fassbender, sin escrupulos en un principio, al igual que la caterva que sigue a la pareja, se va suavizando, llegando a sentir al final un poco de amor o, por lo menos, amistad con su protegido. Aunque en esta película no nos guste, y queramos seguir viendo el deambular de estos tipos, al final llega la conclusión del drama, y, amigos, aquí ya estamos hablando de otra cosa, de una verdadera obra maestra que no dejará a nadie indiferente. Porque así es como se hace una película, con un buen inicio, un interesante desarrollo, y un gran final. Muy, pero que muy recomendable.
‘The Final Girls’ (Todd Strauss-Schulson, 2015)
La hija de una antigua estrella de cine de terror asiste a la proyección de su película más famosa, pero por extrañas circunstancias acaba dentro del film.
Clarísimo homenaje a las películas de slashers ochenteras, en particular a ‘Friday The 13th‘, pero con ciertos elementos novedosos de cine dentro del cine, ya vistos en películas como ‘Last Action Hero‘, y otros como los bucles sin fin de ‘Groundhog day’. Tiene cierto gore, cierta tensión, pero en general no es una película de terror, sino una comedia medianamente inteligente pero muy divertida de los citados films sin caer en las chorradas y absurdeces de ‘Scary Movie‘ y otras memeces similares. A los que ya tenemos una edad, y hemos visto el nacimiento de este tipo de cine, desde luego se nos puede saltar la lagrimilla. Al personal joven, que no sabe muy bien lo que se está parodiando, le resultará, posiblemente, una broma curiosa y medianamente divertida.
Verdad es que quizás podrían haber cargado un poco más las tintas, haber puesto más terror y sangre en el asador, conservando los estereotipos de chulito musculoso, tía buenorra tonta, casquivana y mujercita decente y responsable, pero bueno, quizás querían un metraje para todos los públicos y no meterse en berenjenales de calificación +17 o rollos yanquis similares.
‘Parasyte: Part 1’ (Takashi Yamazaki, 2014)
Una extraña raza de extraterrestres planea invadir la tierra penetrando en la mente de los terrícolas y ocupando los puestos de poder.
Adaptación en dos partes de un comic de culto japonés, puede resultar a priori una chorrada como un camión ese invento de gusanitos espaciales que se meten en las cabezas de los japos por el oído y los transforman en una especie de planta carnívora devora cerebros con una habilidad para la lucha bestial y mortífera, pero con una apariencia manga que tira para atrás.
Pues sí, puede parecerlo, no digo que no, y es más, yo al principio creí que así era, cuando uno de los percebes galácticos no pudo entrar en la oreja del prota y tuvo que conformarse con tomar posesión de su mano, quedando como un remedo amarillo de la famosa escena de ‘The Evil Dead‘.
Pero amigos, poco a poco, el guión y la actuación incomprensiblemente van conformando un producto muy disfrutable, e incluso le tomas cariño a MIGI, el extraño alienígena de la mano. Con esos mimbres, el director ha conseguido un divertidísimo collage de acción, terror y aventura que se ve con agrado. Incluso fijarse que, por razones de tiempo, no pude ver la segunda parte y me quedé un poco frustrado de no saber cómo acababa todo, lo que dice mucho teniendo en cuenta que a mí el manga ni fu ni fa.
‘The Devil’s Candy’ (Sean Byrne, 2015)
Una pareja bastante rockera se traslada a vivir en una lujosa mansión donde en otro momento se cometió un horrendo crimen.
En realidad, esta película debería figurar en el apartado anterior. Las pssse… se pueden ver. Pero es que la música heavy, que forma gran parte de la trama, se escuchaba tan bien en el Auditori, que ha subido muchos enteros al film, que los perderá cuando la vuelva a revisar en el sistema de sonido patatrónico de mi humilde hogar.
Por lo demás, la película nos lleva al consabido escenario de la casa embrujada, con loco psicótico peligroso suelto, y policía inoperante. Desarrollo lineal, fotografía funcional, actores que más o menos defienden bien su papel, algún momento de tensión, etc., nada nuevo bajo el sol excepto, vuelvo a repetir, su banda sonora brillante. En particular ese esplendido tema «For Whom the Bell Tolls» que da cierre brillante a la película, y que también daba inicio brutal a la genial ‘Zombieland‘.
[Escrito por José Félix Fernández]
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