Viene de Sitges 2015: Crónica (1/3)
SE DEJAN VER:
‘The Witch’ (Robert Eggers, 2015)
Una familia de fanáticos puritanos es expulsada de la localidad en la que viven y obligados a vivir al pie de los bosques de la zona.
Para mi gusto el fracaso más importante del festival. No es que sea mala película, pero es que se esperaba muchísimo más de ella por las críticas especializadas, el tráiler, etc. Sin embargo, vuelvo a repetir que no es mala, es simplemente demasiado teatral para los gustos actuales. La acción pasa constantemente por la interacción entre los miembros de la familia sin otra intervención externa, y mediante mecanismos de terror psicológico que provocan cierta angustia que no terror, muy al estilo de la película ‘The Crucible‘. Al final, yo no supe bien si los hechos son productos de la brujería o de la comezón mental puritana a la que están sometidos los miembros de la familia, que hay que verlos para creerlos.
La actuación del personal es buena sin excepción, incluso los niños pequeños, y en general de gran intensidad emocional. Recomendada a cinéfilos de corte tranquilo que les guste analizar bien los diálogos y los pequeños signos que la película disemina por aquí y por allá, sobre todo la muy comentada escena final que a unos gustó y a otros horroriza.
‘Mr. Right’ (Paco Cabezas, 2015)
Una chica, con dificultades para encontrar un amor adecuado, se enamora de un asesino a sueldo.
No es una gran película, pero tiene algunos puntos a favor que la hacen inclinarse hacia un visionado agradable, por ejemplo, cuenta con un elenco actoral muy bueno, destacando a mi entender Anna Kendrick, que le da un cierto empaque al producto. Tiene bastantes situaciones de comedia negra de ésas que te arrancan una sonrisa torcida, y además el director es español. Yo desde luego disfruté de la proyección, aunque tengo que reconocer que, como pasa en este tipo de pelis, al segundo se me olvidó de que iba, lo que me dice que no estuve frente a frente con una obra maestra, pero que salí alegre del cine, que ya es mucho actualmente.
‘The girl in the photographs’ (Nick Simon, 2015)
En un pueblo, se empiezan a suceder asesinatos de chicas que imitan la obra de un famoso fotógrafo local.
Esta película no tendría absolutamente nada sino fuera porque las muertes (que no son muchas tampoco) no ocurrieran de manera absolutamente brutal y sin conversaciones ni discursos tan manidos en otras producciones. Aquí, en general, se mata sin mediar palabra, y con un golpe seco y sangriento, que amplificado por el sistema de sonido del Auditori (absolutamente bestial) duele hasta el espectador. Por lo demás, el guión, actuación, etc., se corresponde con lo visto un millón de veces en los slashers clásicos, sólo salvándose por la actuación del fotógrafo famoso, que le da un contrapunto de comedia muy disfrutable.
‘Bloodsucking Bastards’ (Brian James O’Connell, 2015)
Un asalariado en una triste oficina comercial ve hundirse su mundo cuando el ansiado ascenso le es concedido a su archienemigo.
Comedieta con ciertos toques de humor negro y un poco de sangre pero nunca demasiada para manchar las conciencias de la gente de bien. Se deja ver con una sonrisilla en la boca, y poco más.
‘Knock Knock’ (Eli Roth, 2015)
Un atractivo padre de familia se queda solo el fin de semana y deja entrar a secarse de la lluvia a dos chicas despampanantes.
Con esta premisa tan simplona, el otrora enfant terrible Eli Roth con su saga ‘Hostel‘ y demás, hace una peliculilla de ver en el salón de casa con la abuela y los niños mientras se hace un poco de calceta. Ni un punto de mala leche señores, sólo una situación un pelín angustiosa para el bueno de Keanu Reeves que no lo hace mal, con constantes amenazas pero muy poca chicha, exceptuando, claro está, las de las dos chavalas que están pero que de muy buen ver. La película goza de un cierto presupuesto que se traduce en fotografía decente, actores más o menos bien y un buen acabado formal que deja ver la película sin pena pero tampoco sin gloria. En este sentido, era bastante mejor la película ‘Hard Candy‘ que con un argumento más o menos similar te las hacia pasar moradas.
‘Tag’ (Riaru onigokko) (Sion Sono, 2015)
Una japonesita de bien empieza a tener extrañas experiencias donde todo el mundo muere de manera espantosa menos ella.
Película inclasificable de un director inclasificable. Es muy bizarra en sus planteamientos, decapitaciones, cortes de cuerpos por la mitad explícitamente mostrados, ametrallamientos masivos en colegios, etc., pero aún así no es gore (o no «muy gore»), sino psicodélica. Sólo una mente nipona perturbada puede producir este filme y sólo una mente occidental también perturbada puede verlo con deleite, aunque sólo sea para visualizar las braguitas debajo de las exiguas falditas de los uniformes escolares de las japonesas. Se salva por la fotografía bastante esplendorosa que tiene, por la vis atlética de la protagonista (curiosamente la más fea de todas) que recorre incontables kilómetros corriendo durante todo el film, y por la explicación final que te deja estupefacto.
‘Vulcania’ (José Skaf, 2015)
En una sociedad industrial, un hombre busca resolver el enigma de la pérdida de su mujer.
Bueno, es una película española con más pretensiones que consecuciones. De entrada, es una copia descarada del mismo esquema que la película ‘El bosque‘ de Shyamalan pero de mucha menor calidad, sin contar con la brutal banda sonora con la que esta última contaba. Además, también intenta ser una crítica social, que si los ricos son malos y los pobres buenos y tal…, ya bastante vista y sin mucha mala leche que se ve lastrada por la plana actuación de su actor protagonista y su compañera. No obstante, el elenco actoral general es bueno, sobre todo entre los malos de la peli, destacando sobre todo José Sacristán, lo que palia bastante el desastre y permite un visionado, que si bien no es de nota, tampoco es despreciable. Es un director debutante, en las próximas veremos si ha aprendido algo en cuanto a manejo de ritmos o dirección de actores.
‘The Gift’ (Joel Edgerton, 2015)
La vida del matrimonio perfecto se pone en peligro cuando un compañero de colegio del marido aparece tras veinte años sin verse.
Esta película quizás debería estar un poco más alta en mi top, pero hay varios detalles que la hacen bajar escalones, entre ellos la actuación del compañero de colegio aparecido que para mi gusto es demasiado blandita, a veces parece estar un poco alelado y en algún momento no se sabe si va o si viene, lo que bien pensado, incluso podría ser un acierto puesto que no te da pistas sobre su verdadera actitud en un thriller, pero, no sé, para mí le falto algo de credibilidad, no me cuadró del todo y eso influyó en mi visión del film. En todo caso es un film muy correcto, con una correcta dosificación del suspense que va in crescendo durante toda la duración hasta el estallido final, y una correcta actuación de la pareja protagonista que enmascara algunos defectos de ritmo circunstanciales y permite pasar algunos tópicos previsibles con más facilidad. Es posible que merezca un segundo visionado más atento.
‘Bound to Vengeance’ (José Manuel Cravioto, 2015)
Una chica cautiva por un grupo brutal de trata de blancas escapa de su prisión y se propone liberar al resto de mujeres prisioneras.
Esta película, en un principio, se encuadraría en el género «Rape & Revenge» como por ejemplo ‘I spit on your grave‘ y otras, pero tras visionarla a mi no me parece que sea así. Fundamentalmente porque falta la primera parte, el «Rape». Los mecanismos de este tipo de películas se basan en crear un odio infinito hacia el grupo abusador permitiendo al sufrido espectador ver las tropelías con las chicas, violaciones, violencia, sobre todo indiferencia hacia su sufrimiento, etc., que hace que el sufrido espectador esté deseoso de la consiguiente venganza de la chica cuando milagrosamente se recupere… ¡¡cuanto más sangrienta sea la venganza mejor!! En el caso de este film, esa primera premisa no existe, la chica se escapa de su cautiverio desde el momento uno sin dejarnos ver sus vejaciones, aunque, obviamente éstas se intuyen por la horrible apariencia del local, el aspecto de la joven, la catadura del captor y demás. Pero bueno, el poderoso motor de odios que es la visión de la brutalidad ya no está. Y por otra parte, la chica tampoco se venga especialmente, ya que se limita a ir de burdel mugroso a casucha infame buscando otras chicas y liberándolas, mediando en esos viajes alguna muerte pero bastante poca sangre, a mi entender, para lo que se espera de la película. En resumen, conviene ir avisado al verla de que no vamos a ver lo que se esperaba sino una correcta película de acción violenta, pero no gore.
‘Bone Tomahawk’ (S. Craig Zahler, 2015)
El secuestro por parte de una tribu india de supuestos caníbales del ayudante del sheriff y la médico local desencadena una búsqueda y caza por el infinito paisaje Americano.
Western clásico con algunos toques de horror proporcionados por la tribu india caníbal en una curiosa combinación, yo creo que nunca vista antes. No obstante, el ajustado presupuesto del film hace que determinadas escenas pierdan bastante fuerza y hacen que la película no sea todo lo redonda que podría ser. Así, y siempre a mi entender, las escenas finales con los indios, son bastante penosillas, presentando siempre un número muy pequeño de miembros de la tribu que van y vienen por el campo, o peor aún, por la zona de cueva, sin saber muy bien por qué lo hacen. Entran, hacen su movida gore, y se vuelven a ir sin más…, luego hay unas mujeres embarazadas por allí muy raras…, en fin, un poco naif todo. Ahora bien, y esto es lo que verdaderamente vale de la película, es la grandiosa actuación del Sheriff Kurt «La cosa» Russell y su impagable segundo de a bordo, pero sin desmerecer de los demás que también lo bordan. Durante el viaje iniciático por las estepas americanas, sí que vemos un auténtico western en todo su esplendor, clásico, como los de antes, sin veleidades modernistas ni gaitas. Duros, despiadados, y guarros, como siempre ha sido un vaquero. Es un film valiente, en su desarrollo y resolución, con muchas muertes, y heroísmo… sólo por esto merece la pena echarle un ojo al asunto, a pesar de su duración de 133′ o su poco afortunado uso del indio caníbal. Además, la peli se ha llevado un premio en Sitges (¿quizás sería porque le gustaba mucho a Ángel Sala?… nunca lo sabremos…), que siempre es un aliciente.
‘February’ (Osgood Perkins, 2015)
Varias chicas jóvenes se ven atrapadas en una red onírica hacia un mismo acontecimiento sangriento.
Película difícil ésta, que mezcla tres supuestas chicas en distintos momentos temporales compartiendo visiones y miedos respectos a hechos anteriores, pero todo ello contado de manera muy surrealista y «moderna», es decir, sin que se pueda entender un carajo de lo que quiere decirse hasta el momento final en que se cierran las tramas y empezamos a vislumbrar de qué se trataba (pero sin quedarnos muy convencidos, eh). Ahí es donde haría falta un segundo visionado para atar cabos, pero… es que en tramos es tan pesadita que no apetece, y nos quedamos sin saber muy bien de qué iba, hasta que dentro de unos años la volvemos a repasar y como no nos acordamos de nada, volvemos a quedarnos alelados y sin ganas de repetir en un bucle infinito.
Por ello, recomiendo estar muy atentos cuando se vea por primera vez para captar sus detalles y sus violencias explosivas, aunque su languidez invite a una cabezadita.
‘Cop Car’ (Jon Watts, 2015)
Dos niños roban un coche de policía mientras su propietario, el Sheriff corrupto del lugar, estaba realizando una de sus fechorías.
De esta premisa, altamente improbable, porque ¿qué niño de 8 ó 9 años, por muy perturbado y socialmente alienado que esté, robaría un coche de policía?, surge una película entretenidilla sin más. Y para mí, el principal defecto, aparte del desquiciado punto de partida, es el papel de poli desempeñado por el gran Kevin Bacon. Este actor daría perfectamente para desempeñar un papel de mucha mayor fuerza, mucho más sádico y amenazador, pero en manos del director se ha transformado en una nenaza que de vez en cuando, y sin que sepamos por qué, hace alguna maldad. Muy desaprovechado el bueno de Bacon, la película se sostiene a base de pequeños golpes de humor protagonizados por los niños ladrones (buena actuación), las artimañas del Sheriff para que nadie se entere del robo, y la sorpresa final, que no desvelo, pero que tampoco resulta muy creíble. En fin, daba para más, pero se ha quedado en poco.
‘Victoria’ (Sebastian Schipper, 2015)
Una chica sola en Berlín se hace amiga de un grupo de dudosos jóvenes alemanes en una larga noche.
Hombre, está claro que, a estas alturas, esta película tiene que verla todo amante del cine. ¿Por qué?, porque está rodada en un único y terrorífico plano secuencia de 140 minutos. Con dos pelotas. A lo mejor dentro de 10 años todo el mundo rueda así, pero a día de hoy, es técnicamente muy difícil conseguirlo, y sólo grandes figuras del cine lo han intentado y conseguido invirtiendo en ello muchísimo esfuerzo.
Dicho esto, creo no obstante, que la película es fallida. No en su parte técnica, que es brillante, ni en su actuación que no me desagradó (Laia Costa muy bien), sino en su contenido. Para mí, para que me crea una peli, tiene que basarse en dos conceptos, a saber, o se muestran hechos lógicos, o desde el principio se nos hace ver que lo que vamos a contemplar es ilógico. Como ejemplo de lo segundo tenemos las películas de superhéroes, donde se nos hace tragar con un tipo con capa y un martillo gordo que vuela por ahí soltando tortazos, o un chaval con un traje de telarañas subiendo por las paredes. Me pongo en situación, me lo creo y disfruto de la utopía. Pero lo que no puedo tragar son las películas donde, bajo la apariencia de normalidad ocurren cosas imposibles, como es el caso de ‘Victoria‘. No quiero desvelar mucho el argumento, pero vamos, a nadie en su sano juicio se le ocurriría hacer lo que esta chiquilla. Juntarse con cuatro quinquis alemanes, ladrones, fumetas, etc., pero hija, que esto no iba a acabar bien se ve a la legua, y es que cada vez la pobre mujer se mete en berenjenales más gordos, pero por su propio pie, eh, que nadie la obliga. En fin, a mí estas cosas me sacan de quicio, y más aún, de las películas con estas premisas, por ello, la dejo en una simple curiosidad, que se ve diciendo: ¡¡qué único plano tan chulo!!, y se olvida inmediatamente, ¡¡una pena!!.
‘Schneider vs. Bax’ (Alex van Warmerdan, 2015)
A Schneider, asesino a sueldo, se le contrata para matar a Bax, un escritor, retirado en su casita de los pantanos.
Película menor a mi entender que se deja ver bastante bien por contar con un humor negro, negrísimo, en gran parte del rodaje. Es la típica película de enredos, con personajes cuyas familias no saben lo que son, con traiciones a tutiplén, pero que, a diferencia de otras, presenta ciertos personajes totalmente desequilibrados, como la hija de Bax, o el mítico abuelo, que le dan el punto al argumento. Tampoco se puede decir que la familia sea lo más importante para el director, presentando escenas hilarantes por un lado, pero bastante bizarras por otro. Sin embargo, y aunque por lo dicho pudiera parecer que nos encontramos con una película divertida y dinámica, tengo que decir que a mí se me ha hecho larga. Muchas idas y venidas, muchas vueltas de guión, muchos cruces de riachuelos y canales, etc., en fin, un desarrollo algo estirado y un poco repetitivo en algunos puntos que ensombrecen algo el resultado final, que dejaremos en un 6 sobre 10.
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[Escrito por José Félix Fernández]
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