FICHA TÉCNICA

País: Australia
Dirección: Cameron Cairnes, Colin Cairnes
Guión: Cameron Cairnes, Colin Cairnes
Fotografía: Matthew Temple
Reparto: David Dastmalchian, Laura Gordon, Ian Bliss, Fayssal Bazzi, Christopher Kirby, Ingrid Torelli, Josh Quong Tart, Rhys Auteri
Género: Terror
Año: 2023
Duración: 93′

SINOPSIS

Una transmisión de televisión en directo en 1977 sale terriblemente mal, desatando el mal en las casas de todo el país.

TRAILER

NUESTRA OPINIÓN

«They told you, you could have it all. Be number one. But you had to pay a price.»

La última película de los hermanos Colin y Cameron Cairnes (‘100 bloody acres’, 2012, y ‘Scare Campaign’, 2016) nos propone una refrescante y nostálgica incursión en el cine de terror, mezclando elementos del documental, del found footage y de horror psicológico y satánico, para terminar en otra cosa totalmente distinta. Inspirado en el programa televisivo australiano del famoso presentador Don Lane y la entrevista que tuvo como protagonista a Doris Stokes, una médium que decía escuchar las voces de los muertos (y que desafiaba a los escépticos con el inquietante acierto de sus adivinaciones), que viene a ser una especie de cruce entre el ‘Más Allá’ de Jimenez del Oso (o del actual Iker Giménez) y el programa ‘Espacio Abierto’ de José María Íñigo.

La película se ambienta en un set televisivo de los años 70, durante la noche de Halloween, donde Jack Delroy (interpretado magistralmente por David Dastmalchian), un presentador del talk show nocturno titulado «Night’s Owls», decide realizar un especial alrededor de lo sobrenatural, con la intención de recuperar su cada vez más baja audiencia y superar la sweeps week, que le puede llevar al ostracismos televisivo.

Los directores australianos utilizan, para contextualizar política, social y temporalmente el programa, un montaje con voluntad documentalista que, mediante una sucesión de imágenes y recortes de periódicos, muestra a Richard Nixon y el Watergate, la Guerra de Vietnam, el juicio de Manson, «Son of Sam» y el Satanic Panic, la obsesión sobre los cultos satánicos (que se decía practicaban la magia negra y usaban a niños para cumplir sus propósitos); a las que añaden, durante las pausas publicitarias, una serie de anuncios de la época. Este extracto introductorio, y alguno interior, también sirve para incorporar datos sobre el presentador, su relación con el grupo masónico The Grove, su ascenso a la cima del éxito, a la vez que su famosa esposa sucumbe a un extraño cáncer fatal, que ha desconcertado a los médicos.

Tras esos elementos documentales, incorporan el elemento de found footage, a modo de emisión del programa en su integridad, incluido lo que ocurría en el backstage. Quizá esta sea la parte que más desentona, dado que durante los cortes publicitarios, las cámaras parecen seguir al presentador y a los colaboradores hablando de lo que está sucediendo, lo que rompe con la naturalidad del artificio creado. Y es que la estructura natural de este tipo de programas de entrevistas la articula la narración, haciendo avanzar la película sin grandes giros, a medida que Delroy y su equipo, el alcohólico productor Leo (Josh Quong Tart) y su compañero y locutor Gus (Rhys Auteri), buscan asustar y sorprender a la audiencia, mientras aparecen las demostraciones y entrevistas con los diversos invitados del programa: un famoso médium psíquico (Fayssal Bazzi); una psicóloga paranormal (Laura Gordon) y la joven superviviente de una secta (Ingrid Torrelli) que puede comunicarse con las fuerzas de la oscuridad; y por último, un mago escéptico (Ian Bliss) que con arrogancia y descreimiento pone en cuestión todo lo que ocurre, aportando racionalidad para explicar los sucesos supuestamente sobrenaturales que se suceden con mayor intensidad en el plató.

La película explora el miedo inherente a lo desconocido y el poder de los medios de comunicación para influir y asustar a las masas; un viaje al particular infierno de los que están dispuestos a todo por el éxito. La trama se desarrolla en una única noche, capturada en tiempo real, lo que intensifica la sensación de inmediatez y claustrofobia. La decisión de reproducir el formato de los programas de televisión en vivo de los años 70 añade autenticidad y crea una atmósfera nostálgica que resuena con el espectador, especialmente aquellos familiarizados con la era dorada de la televisión nocturna. Los cambios de formato, el juego entre color y blanco y negro, los tonos cálidos lavados, marrones, amarillos y naranjas que destacan en el vestuario y la decoración, redunda en ese estilo realista. La cinematografía emula también esa estética televisiva, de cámaras fijas, imagen de líneas, vídeo analógico, el rebobinado, y una mayoría de efectos especiales prácticos, junto con algunos digitales, sutiles pero efectivos, evitando el exceso y priorizando el suspense y la sugerencia, sobre el terror explícito. Este enfoque, no solo refuerza el ambiente retro, sino que también aumenta la verosimilitud del metraje encontrado. La película se enmarca en el contexto de series como ‘The twilight zone’, o la patria ‘Historias para no dormir’; del cine de ‘The exorcist’ (William Friedkin, 1973) y ‘Rosemary’s baby’ (Roman Polanski, 1968), del culto satánico derivado del caso Mason y las sectas, pero que incorpora una reflexión sobre el poder y el peligro de los medios de comunicación, que nos hace recordar ‘Network’ (Sidney Lumet, 1976) y que también conecta con la magnífica película argentina ‘Historia de lo oculto’ (Cristian Ponce, 2020), y muy sustancialmente con ‘Ghostwatch’ (Lesley Manning, 1992).

‘Late Night with the Devil‘ se destaca por su enfoque en el terror psicológico y la construcción lenta del suspense, evitando los sustos fáciles y el gore excesivo. Su singularidad radica en la integración del formato televisivo y de la crítica a los medios de comunicación y la búsqueda del éxito a toda costa, en un contexto de terror.

«Dreamer here, awake»

MÁS INFORMACIÓN

Web oficial: –
IMDb: http://www.imdb.com/title/tt14966898/
FilmAffinity: http://www.filmaffinity.com/es/film897658.html