FICHA TÉCNICA
País: Francia
Dirección: Quentin Dupieux
Guión: Quentin Dupieux
Fotografía: Quentin Dupieux
Reparto: Alain Chabat, Léa Drucker, Anaïs Demoustier, Benoît Magimel, Stéphane Pezerat, Marie-Christine Orry, Roxane Arnal, Lena Lapres, Gregoire Bonnet
Género: Comedia
Año: 2022
Duración: 74′
SINOPSIS
Conseguir vivienda hoy en día es una auténtica odisea; quizá por esto, Alain y Marie no dudan en comprar una casa que lo tiene todo, incluso un sótano con extrañas propiedades. Poco a poco, Marie se irá haciendo adicta a adentrarse en la planta baja de su nuevo hogar, mientras la pareja se debate entre compartir o mantener el secreto del lugar con sus nuevos vecinos.
TRAILER
NUESTRA OPINIÓN
«This is better than anything. Better than money, better than fame, better than power. Better than all our wildest dreams in our shitty lives!»
Una película que en principio parece algo alejada de la fauna de personas (hombres obsesivos), animales (moscas gigantes), y cosas (neumáticos y chaquetas de ante) que habitualmente pueblan las películas del director y músico Quentin Dupieux.
Una obra que, en principio, parece menor y que, dentro del menú cinematográfico del director galo, podría ser considerada como un «hors d’oeuvres» (aperitivo o entrante), tanto en duración (tan solo 74′), como en tema: una sátira sobre la «midorexia» ( la obsesión por mantenerse joven). Sin embargo, frente a esa aparente sencillez aborda un tema, tan sustancialmente humano y universal, como el de la búsqueda de la eterna juventud, la belleza, y de los sacrificios que estamos dispuestos a hacer para conseguirlo. Mediante una forma de ciencia (ficción) y de los avances tecnológicos, nos plantea una comedia sobre la condición humana. Una especie de fábula, de «cautionary tale«, sobre las relaciones de pareja, sobre la insatisfacción de las decisiones vitales, sobre la añoranza de un pasado mejor, y fundamentalmente sobre de las consecuencias de alterar el proceso natural de la vida, que es la muerte. Todo ello mezclando lo absurdo y el surrealismo, en un humor absurdo, o «estúpido». Una historia que parece la fusión de dos historias cortas, de dos mediometrajes, uno que afecta la pareja formada por Alain (Alain Chabat) y Marie (Léa Drucker) al descubrimiento que su nueva casa de campo tiene el «bonus» de un conducto con puerta en el sótano (en este caso un pozo) por el que hay que descender y que surgen en la planta superior, y que les permite rejuvenecer físicamente tres días, aunque el tiempo, el cronos, avance doce horas (recuerda a la japonesa ‘Más allá de los dos minutos infinitos’, de Junta Yamaguchi, 2020). Marie busca ser joven, una vida de modelo soñada y no conseguida.
Junto a esta historia, nos relata las peripecias del jefe de Alain, Gérard (Benoît Magimel), que necesita compensar la inseguridad en su masculinidad sustituyendo el pene por una prótesis electrónica de tecnología japonesa que se controla con el móvil. Dos historias que se complementan, pero que se ven forzadas, y donde una funciona mejor que la otra. Dos historias con dos personajes, Marie y Gérard, que tienen miedo al paso del tiempo, a la pérdida de la identidad por el deterioro físico, en un mundo basado en la imagen, en la aprobación de los demás a través de la belleza y la masculinidad. Son personajes inseguros, patéticos, y a la vez entrañables. Y frente a ellos, y especialmente frente a su mujer, Alain, que tras probar el túnel del tiempo, decide no volverlo a usar y centrarse en su vida, satisfecho con ella. Se podría argumentar que son muy estereotipados, incluso antiguos en su planteamiento de división de sexos, pero, lamentablemente, no está exento de una cierta realidad, y en todo caso como personajes de fábula o cuento con moraleja, son muy adecuados.
Para ello, para hablar del paso del tiempo; el inevitable envejecimiento y del deterioro físico, utiliza una narración audiovisual plenamente integrada, que juega con la elongación de tiempo en los momentos menos interesantes (como la explicación del conducto en el sótano) y por medio de elipsis o aceleración narrativa. Como es habitual en su cine, Dupieux se apoya en el absurdo, en el surrealismo, que se manifiesta en su último tramo con un final sin diálogos (mudo), acompañado de la música de J.S. Bach, y que junto con la imagen de la mano y las hormigas, deviene en homenaje a ‘Un chien andalou’ (Buñuel y Dalí, 1929), conectando con la crónica de esa degradación humana
Una película extravagante, divertida e irónica, pero también melancólica y humana, que conscientemente deja de lado el posible desarrollo económico de esos viajes temporales, para centrarse en un aspecto más existencialista, el de la vanidad y la estética, tan acordes con el mundo actual de inmediatez, de insatisfacción que amplifican las redes sociales, donde todo es imagen y logros aparentes.
«Immortality!»
MÁS INFORMACIÓN
Web oficial: –
IMDb: http://www.imdb.com/title/tt13145534/
FilmAffinity: http://www.filmaffinity.com/es/film634136.html