La 63 Seminci otorga esta edición una Espiga de Honor al cineasta iraní Mohammad Rasoulof con motivo de la retrospectiva que dedica a su obra, reconocida por la crítica internacional. De sus siete títulos, los tres más recientes han sido presentados y premiados en la sección ‘Un Certain Regard’ del Festival de Cannes. Se trata de Bé omid é didar (Goodbye) que logró el galardón al Mejor Director en 2011; Dast-Neveshteha Nemisoozand (Manuscripts Don’t Burn), premio Fipresci en la edición de 2013, y Lerd (A Man of Integrity), que se alzó con el galardón a Mejor Película de la sección en el año 2017.
Mohammad Rasoulof nació en Shiraz en 1972. Comenzó su actividad artística a los nueve años actuando en el teatro en su ciudad natal para más tarde dedicarse a la escritura y dirección teatral. Estudió Ciencias Sociales, enfocándose en el impacto que supone vivir bajo un régimen dictatorial tanto en el propio individuo como en la sociedad, algo que refleja en la mayoría de sus películas. El documental Gagooman (The Twilight, 2002) fue su primer largometraje y ganó el Fénix de Cristal en el Fajr International Film Festival en Teherán, así como el Premio al Mejor Documental en la Iran Cinema House.
Rasoulof fue detenido en 2010 con su amigo, el director Jafar Panahi, y sentenciado a seis años de prisión, acusados de conspiración y propaganda contra el gobierno de Irán. La sentencia más tarde fue reducida a un año. En 2013 le fue confiscado su pasaporte en Teherán cuando se disponía a viajar al Festival de Derechos Humanos de Núremberg para la presentación de su película Dast-Neveshteha Nemisoozand, rodada de forma clandestina, al igual que su última película, Lerd. Tras la proyección de Lerd en el Festival de Cannes el pasado año 2017, a Mohammad Rasoulof se le ha prohibido trabajar y viajar fuera del país a la espera de cumplir su condena.