Película indie de manual, un "coming of age" con estructura de "road movie", llena de una poesía dolorosa e incómoda. Un viaje de ida y vuelta, desde la rural Pennsylvania a la gran ciudad de Nueva York en una peregrinación de dolor y sufrimiento, interior y latente. La Gran Manzana como metáfora de la madurez, del rito de iniciación, de la manzana bíblica, del peligro acechando...