Una película sobre la incomunicación familiar, sobre el silencio y la falta de atención, narrada por Paul Ozgur en un opresivo y acertado 1:33.1, acentuado por el uso de una escasa profundidad de campo. Un formato que se convierte en elemento recurrente. La película tiene su soporte fundamental en una magnífica y precisa narración audiovisual para presentarnos a la familia en su entorno...