La incursión en el largometraje de Belén Funes respira cine social por todos sus poros. No sólo en cuanto a la temática de un posible género, que trata de reflejar momentos y situaciones de la realidad. Pero también a través de una estética, de cámara en mano, muy pegada a los personajes, opresiva, agobiante, que les impide respirar y lograr sus sueños...