FICHA TÉCNICA
País: China
Dirección: Li Ruijun
Guión: Li Ruijun
Fotografía: Wang Weihua
Reparto: Wu Renlin, Christina Hai, Guangrui Yang, Dengping Zhao, Cailan Wang, Yunzhi Wu, Zhanhong Ma
Género: Drama
Año: 2022
Duración: 131′
SINOPSIS
La humilde y sencilla Ma, y el tímido Cao, han sido expulsados de sus respectivas familias y obligados a contraer un matrimonio concertado. Ahora tendrán que aunar sus fuerzas y construir un hogar donde sobrevivir. En medio de la adversidad, comienza a forjarse entre ellos un vínculo, ya que tanto Ma como Cao, en sintonía con los ciclos de la Tierra, se crean un refugio en el que pueden prosperar.
TRAILER
NUESTRA OPINIÓN
«Everyone has his own destination.»
«Te ganarás el pan con el sudor de tu frente, hasta que vuelvas a la misma tierra de la cual fuiste sacado. Porque polvo eres, y al polvo volverás«. (Libro del Génesis, 3:19)
Li Ruijun, vuelve a los temas habituales de su cine, para retratar el ocaso del mundo rural, del trabajo en el campo y del contacto con la tierra, arrastrada por la implacable maquinaria del cambio, en la forma de un bloque de apartamentos (donde no se pueden mantener burros y las gallinas). El canto de cisne de una forma de vida, bajo el inevitable peso de la modernidad; siendo el cauce metafórico el de una historia de amor profundo, de una íntima complicidad. A través del encuentro de dos soledades, la de Ma (Hai Qing), una mujer introvertida, con problemas de incontinencia, y Cao (Renlin Wu), campesino pobre y solitario; ambos marginados, abusados y menospreciados, también por sus familias, que ven en su matrimonio de conveniencia una forma de librarse de ellos («Creo que son una buena pareja«). La vida se crea, se transforma y se destruye con pasmosa naturalidad ante nuestros ojos, a través de la narración precisa y maestra del director chino.
La película, anclada en el realismo social, está plagada de lirismo y poesía en sus imágenes. Apoyada por actores naturales (algunos de su propia familia), y rodada en su pueblo natal, en la remota y rural provincia de Gansu, proporciona un marco perfecto, donde explotar toda la belleza, y también la dureza, del campo, en un viaje a través de las cuatro estaciones. Su fórmula, parece combinar, por un lado, las películas chinas de los ochenta, más clásicas y profundamente esteticistas, de directores como Ang Lee y Zhang Yimou, con la mirada más actual y cruda de los noventa, de otros como Wang Xiaoshuai y Jia Zhangke.
Cinematográficamente precisa, con un formato 1:55:1, que si bien favorece el encuadre de las personas, el director, a través de la profundidad de campo y el uso de multiescalas, muestra magníficas estampas pictóricas de ese mundo rural en transformación. Un naturalismo que se traslada a la parsimonia en los movimientos de cámara, repetidos y en sentido contrario, que encuadran y reencuadran dentro de plano, apoyandose en los escasos elementos arquitectónicos, y que transmutan espacios y situaciones, aislándoles del resto del mundo. El uso expresivo del color, que evoluciona, no solo para mostrar las texturas, matices y tonos del juego de las estaciones, sino que define el estado anímico de los personajes, pasando de los tonos azules a los anaranjados, e incluso el rojo más intenso. Todo ello en un continuo juego entre el interior y el exterior, el fuera de campo y los espacios. Una historia clásica de amor (y amistad), sin aspavientos, alejada de la épica occidental; íntima y profunda, que transmite la confianza, dignidad y respeto mutuo, de la que han sido privados los protagonistas. Metafórica y simbólica (el nido, la caja de luz para criar pollos, el agua, la tierra y la risa ante la adversidad); es a través de pequeños gestos, encuadres y momentos cotidianos, en los que el amor entre esos dos personajes, autosuficientes y agradecidos, se abre paso entre la crudeza de la vida, del sudor, las lágrimas y la sangre, para iluminar, aunque sea por un momento el oscuro camino de lo inevitable.
Película sencilla, emotiva y bella, que funciona tanto como retrato y crítica socio-política, sutil pero contundente; y como metáfora del amor, luminoso y desolador; de un tiempo y un paraíso ya perdidos.
«Everything grows in the soil. The soil doesn’t despise us, the soil reward us whether you are rich or poor.»
MÁS INFORMACIÓN
Web oficial: –
IMDb: http://www.imdb.com/title/tt17097088/
FilmAffinity: http://www.filmaffinity.com/es/film424908.html