FICHA TÉCNICA
País: Bélgica, Luxemburgo, Francia, Países Bajos, Israel
Dirección: Ari Folman
Guión: Memorias: Ana Frank
Fotografía: Tristan Oliver
Reparto: Sebastian Croft, Ruby Stokes, Michael Maloney, Emily Carey, Skye Bennett, Ari Folman, Nell Barlow, Ralph Prosser
Género: Animación
Año: 2021
Duración: 99′
SINOPSIS
Sigue los pasos de Kitty, la amiga imaginaria de Anne Frank a la que le dedicó su diario. Como una decidida adolescente, Kitty se despierta en el futuro, dentro de la casa de Frank en Amsterdam, y se embarca en una aventura para encontrar a su mejor amiga convencida de que sigue viva en algún lugar de Europa. Aunque la joven muchacha queda impresionada ante los avatares del mundo moderno, también se sorprende por el legado que ha dejado Anne tras de sí.
TRAILER
NUESTRA OPINIÓN
«They told everyone we were to blame for all the world’s problems.»
Ari Folman (‘Waltz With Bashir’, 2008, y ‘The Congress’, 2013), junto con la directora de arte Lena Grubman y el director de animación Yoni Goodman, nos ofrecen una adaptación libre del diario de Ana Frank. Con un tono más naive, menos crudo del que nos tiene acostumbrado, la película parece apelar a los adolescente haciendo más accesible el relato de las experiencias vitales de Ana Frank huyendo del nazismo en la II GM, y revisándolo y actualizándolo al vincularlo a la situación política europea actual de los refugiados.
La acción se sitúa en Ámsterdam, en un tiempo indeterminado «dentro de un año», en la Casa-Museo de Anne Frank. El protagonismo de la narración toma el punto de vista del propio diario de Ana Frank (aquel que le regalaran por su 13 cumpleaños en 1942), que durante una tormenta y tras ser golpeado por un relámpago, su tinta (metáfora de su sangre) cobra vida animada en la figura de Kitty, amiga invisible receptora de las confesiones del libro. Ana define a Kitty como su mejor amiga, «alguien dulce, refinada, que sabe escuchar. Tiene el rostro radiante de Hannah Goslar, pero menos pesada; la esbelta figura de Jacque Van Maarsen, y sus intensos ojos azules, el pelo de Verónica Lake y los labios de Ava Gardner. Pero tendrá mi gracia, mi sonrisa, mi sabiduría, y por supuesto, mi sentido del humor». Kitty es por tanto la otra cara de Ana, su alter ego, un personaje extrovertido, luchador y capaz de hacer lo que ella no podía hacer mientras estaba encerrada en aquel escondite, una expresión de sus sueños y deseos. Kitty, que además de su pelo, conserva un elemento rojo, al igual que las tapas del diario, funciona como puente entre el pasado y el presente, tratando de descubrir que ocurrió en el primero y de entender los contrastes y diferencias del segundo. Así la historia avanza entre la ocupación alemana de la II Guerra Mundial y la actual crisis de los refugiados. Junto con Kitty vamos navegando, o patinando, entre uno y otro, con la ayuda de Peter, un joven activista.
Una historia de aprendizaje, con elementos de aventuras y algo de humor, mientras recorremos el trayecto que le lleve al destino final de su creadora y amiga. La primera parte nos muestra los conflictos cotidianos de Ana en la casa, con su familia y la otra familia que se esconde con ellos, mediante una narración indirecta percibimos lo que ocurre durante la ocupación, pero se centra con humor en conflictos diarios de la convivencia, el aburrimiento, las diferencias con su madre y su hermana, las emociones. Una propuesta casi minimalista, centrada en el día a día de la monotonía de una vida escondida, limitada y coartada. Una soledad y aislamiento de la que salimos a través de los destellos de sus recuerdos y de momentos oníricos y fantásticos.
Visualmente se trata de una propuesta viva, dinámica, con un trazo ligero y elegante, y una estética que combina animación de los personajes en 2D con fondos estáticos, sobre los que se proyectan, el uso de ilustraciones fijas y de miniaturas (creadas por Andy Gent), para la casa, el tren y el interior de una radio, que permiten moverse por ellos como si fuera un espacio real. El contraste entre los colores brillantes de los momentos de encierro en la casa, frente a los colores planos y monocromáticos de la ciudad de Ámsterdam actual, ponen en valor la lucha por mantener un espíritu elevado ante la adversidad. Un contraste que se produce también entre su imaginación y la realidad exterior de la casa donde se esconde. Especialmente destacable es el desolador eco entre una escena en la que mientras habla de los chicos de su clase, descienden la calle en un desfile de baile y música, luz y color; para instantes después el mismo movimiento de cámara y el mismo espacio se transforma en una paleta de grises y negros, de personas descendiendo para formar colas de racionamiento tras la ocupación. Los nazis aparecen como gigantes de capas con cascos, sin forma humana, mecánicos, cubiertos con una máscara de teatro blanca e inexpresiva, con perros agresivos y el sonido de las botas golpeando al unísono. Apoyándose en el amor de Ana por la mitología griega y las estrellas de cine («que puede ser más útil en un encierro que mis recuerdos»), Ari Folman convierte el viaje en tren «hacía el Este», la deportación y el destino cierto, en un viaje en barcas, guiadas por guardianes y cancerberos del inframundo hasta su llegada de barcas surcando ríos, de guardianes y cerberos del inframundo que se desplazan por el reino neblinoso y oscuro de Hades.
El poder de la imaginación para superar las limitaciones, para curar las heridas y el dolor. Una fantasía que en una brillante escena permite a Ana derrotar en sueños a los nazis. Un ejército de color y luz, de personajes mitológicos (Hércules, Pegasos,…) y reales (Clark Gable en esmoquin a caballo), descienden la falda de la montaña con la luz del amanecer a sus espaldas (como aquella batalla del Abismo de Helm) para enfrentar a a la oscuridad del nazismo.
Y la pregunta del título de la película se torna muy pertinente: ¿dónde está Ana Frank?. Según los habitantes de se encuentra en todos los sitios de la ciudad, todo lleva su nombre: el museo, una calle, el teatro, la biblioteca, un puente y el hospital; todo parece ser un homenaje a la figura de Ana Frank. Pero dónde está su espíritu, dónde está su lucha, ajena a un mundo de imágenes formales, lejos de la atracción turística y el Instagram de rigor (al igual que pasa en los campos de concentración).
Esa es la pregunta, ¿dónde está el espíritu de Ana Frank? Y la respuesta no puede ser otra que «aquí». Aquí, entendido como todo territorio que pudiendo hacer algo por los que sufren y son perseguidos, desplazados y asesinados, por las personas que son expulsadas; callan y miran para otro lado, ignoran su presencia o la rechazan. Un país aferrado a los símbolos y no a lo que representan olvidando su ejemplo, olvidando el pasado.
Una oda al poder de la imaginación para salvar vidas, de soñar en un futuro mejor para salvar una sola vida («Do everything you can to save one single soul from harm. Just one soul»), que conecta con ‘Schindler’s List’ y el deseo de seguir salvando vidas, una manera de no olvidar la historia.
La película transforma la historia de un personaje conocido, de sus experiencias y vivencias, en una historia universal y actual. Una película que conecta aquella niña víctima de la guerra, con cualquier otro niño en la actualidad en tiempos de guerra, bajo la amenaza de la muerte. Una historia que finalmente conecta a Ana con Awa, una niña refugiada de Mali, que no entiende lo que ocurre, a punto de ser deportada. Y es en este ámbito que la película tiene un claro propósito educativo (se han editado unas novelas gráficas, del diario y del guión de la película, junto con material formativo). Una forma de acercar una historia muy lejana, aparentemente irrepetible a los jóvenes actuales, tratando de fomentar un sentido de acción, de generar emoción y compromiso en esos jóvenes, movilizándose para hacer algo. Una manera diferente, a través de la animación y sus técnicas, de tratar de conectar con la juventud, de explicarles el pasado y ponerles en alerta para evitar repetir los mismos errores. Una película sencilla, de metáforas simples y directas, pero necesaria, por desgracia cada vez más necesaria.
«Anne didn’t write her Diary so you could worship her… The pages themselves are not important. What’s important is the message that is passed down to the tens of millions of children who read this Diary… And that is why I shall burn this Diary unless all these people [thousands of refugees] are guaranteed shelter, are guaranteed that they can stay in this country as free people for as long as they wish.»
MÁS INFORMACIÓN
Web oficial: https://www.whereisannefrank.com/
IMDb: http://www.imdb.com/title/tt3454424/
FilmAffinity: http://www.filmaffinity.com/es/film836567.html
