FICHA TÉCNICA

País: Noruega
Dirección: Joachim Trier
Guión: Joachim Trier, Eskil Vogt
Fotografía: Kasper Tuxen
Reparto: Renate Reinsve, Anders Danielsen Lie, Herbert Nordrum, Silje Storstein, Maria Grazia Di Meo, Hans Olav Brenner, Marianne Krogh, Vidar Sandem, Sofia Schandy Bloch, Anna Dworak, Eia Skjønsberg, Thea Stabell, Mina Elise Friesl-Stavdal, August Wilhelm Méd Brenner, Lasse Gretland, Deniz Kaya, Karla Nitteberg Aspelin, Savannah Schei, Tumi Løvik Jakobson, Helene Bjørnebye, Karen Røise Kielland
Género: Comedia
Año: 2021
Duración: 121′

SINOPSIS

Julie va a cumplir los treinta y su vida es un desastre existencial. Ya ha desperdiciado parte de su talento y su novio Aksel, un exitoso novelista gráfico mayor que ella, la presiona para que contenga su energía creativa y siente la cabeza. Una noche se cuela en una fiesta y conoce al joven y encantador Eivind. Tardará poco en romper con Aksel y embarcarse en una nueva relación con la esperanza de que su vida adquiera una nueva perspectiva. Sin embargo, tendrá que darse cuenta de que ya es demasiado tarde para ciertas opciones vitales.

TRAILER

NUESTRA OPINIÓN

Recuerdo una frase que mi mejor amigo solía decirme cuando me encontraba en alguna encrucijada vital. Era del libro ‘Las enseñanzas de don Juan’ (1968) de Carlos Castaneda: «Cualquier cosa es un camino entre cantidades de caminos. (…) ¿Tiene corazón este camino? Si tiene, el camino es bueno; si no, de nada sirve. Ningún camino lleva a ninguna parte, pero uno tiene corazón y el otro no. Uno hace gozoso el viaje; mientras lo sigas, eres uno con él. El otro te hará maldecir tu vida. Uno te hace fuerte; el otro te debilita.»

En la primera imagen que vemos de Julie, aparece de lado en un elegante vestido negro de fiesta, la ciudad de Oslo bajo sus pies. Pareciera estar en la cima del mundo, con todo por alcanzar, un todo que se va desenfocando, cercano pero distante. Joachim Trier nos presenta la que podría ser, tras su magnífico coqueteo con el fantástico con ‘Thelma’, la tercera parte de la «trilogía de Oslo», que iniciara con ‘Reprise’ (2006) y ‘Oslo, 31. August’ (2011). Co-escrita con Eskil Vogt, su colaborador habitual, y también director (‘The blind’, 2014 y ‘The Innocents’, 2021), adopta una estructura literaria, dividida en 12 capítulos, con un prólogo y un epílogo, y se acompaña con una narración de «voz en over» omnipresente, que apoya, complementa y en ocasiones contradice lo que ofrece la imagen, avanzan en ese continuo cruce de caminos particular de Julie (Renate Reinsve). Esa ubicación, en la cima del mundo, supone un punto de inflexión en su vida. Así mediante un flashback nos define a Julia, cuya insatisfacción e inconformismo vital se nos presenta a través de una breves imágenes, en las que vemos su evolución profesional, pasando de estudiar medicina, de hablar de la dermis y la epidermis, de lo físico; al estudio de lo emocional y la mente, a través de la psicología; para después tomar perspectiva, como observadora, intentando la fotografía e incluso la escritura de un blog.

Trier nos plantea una revisión, una reinterpretación de la comedia romántica, apuntada con elementos dramáticos y toques de «coming of age». Un cuento moderno, donde las «chicas ya no quieren ser princesas», donde no existe moraleja, en una oda a la libertad de equivocarse, a seguir al corazón sin importar las consecuencias. Y todo ello trufado de momentos de actualidad cultural y social: la presencia de las redes sociales, lo políticamente correcto, la cultura de la cancelación,… pero tratando de huir de lo inmediato, planteando una obra más profunda, más atemporal. Y es que, junto con esa aparente ruptura, en todo el metraje subyace la historia clásica, la de la eterna dicotomía entre la pasión y la aventura del momento en el cuerpo de Eivind (Herbert Nordrum), y la seguridad y el futuro asentado con Aksel (Anders Danielsen Lie). Una película femenina y generacional que se despliega en el 30 cumpleaños de Julie, en que restalla la ausencia de figuras masculinas y se constata que las cosas mejoran, aunque sea lentamente.

El tiempo, su paso, combina las elipsis a través de esa estructura literaria, a la vez que pone el foco, se detiene en algunas decisiones y situaciones que se convierten, en retrospectiva, en vitales, en ecos futuros, y en especial, ese punto de inicio en la fiesta, con el mundo desenfocado, por descubrir ante ella. El «timing», como conjunción de momentos y circunstancias, lo es todo en la vida, y también en el amor.

Desde un punto de vista narrativo, Trier y Vogt construyen un un trío magnífico de personajes, muy humanos y cercanos; pero en el que destaca en forma y también en el fondo, el diseño del personaje de Julie. Un personaje lleno de vitalidad contagiosa, de dificultades y contradicciones, con el que puedes empatizar, estés o no de acuerdo con su caminar. Porque sus experiencias y emociones están conectadas con la irreversibilidad de las decisiones vitales, con muchos problemas con los que en algún momento nos sentimos identificados: tener o no tener hijos, sentirse o no adultos, la necesidad de sentar la cabeza, de tener claro qué quieres en la vida. Y es a través de ella, que avanzamos «voyeristicamente», en un continuo de decisiones, de oportunidades y de caminos dejados atrás, en pos de encontrarse a sí misma, tratando de ser fiel a su «yo» más íntimo de pensamiento, palabra, obras y omisión, con sus miedo, aspiraciones y deseos.

Y desde el punto de vista de puesta en escena, el director noruego se muestra solvente tanto en los momentos oníricos y psicotrópicos (un viaje alucinógeno que intercala excertos de animación), como en los más terrenales y mundanos, moviendo a sus personajes en el teatro luminoso de la ciudad de Oslo. La cinematografía de Kasper Tuxen rezuma naturalidad, mostrando los cambios de humor de Julie tanto a través del cambio en la luz, como de los movimientos de cámara, de la melancolía al conflicto, de las dudas a la convicción. Destaca esa luz natural en una paleta de colores, que transmite, en un momento de especial sensualidad, la pupila abierta, la mejilla sonrosada, el deseo recorriendo la piel.

Y así, en un tiempo que parece ir demasiado deprisa, descontrolado para Julie, un Trier cercano al realismo mágico, pausa el tiempo, en un alarde visual y narrativo, como expresión del control sobre su vida. La protagonista corre en libertad, el pelo al viento, entre el estatismo de los transeúntes, como estatuas clásicas, al encuentro de su amor: el mundo se detiene, solo existen ellos.

Por momentos desgarradora y sincera, jovial y divertida, emocional y elegante, en un continuo que, como la vida, transita por el humor y la amargura. Una película sobre la vida, sobre la libertad individual, donde al final, incluso los espectadores, pueden sentirse como la peor persona del mundo.

«Yes, I do love you. And I don’t love you.»

MÁS INFORMACIÓN

Web oficial: https://www.worstpersonfilm.com/
IMDb: http://www.imdb.com/title/tt10370710/
FilmAffinity: http://www.filmaffinity.com/es/film818283.html