FICHA TÉCNICA
País: Estados Unidos
Dirección: Chloé Zhao
Guión: Chloé Zhao
Fotografía: Joshua James Richards
Reparto: Brady Jandreau, Tim Jandreau, Lilly Jandreau, Cat Clifford, Terri Dawn Pourier, Lane Scott, Tanner Langdeau, James Calhoon, Derrick Janis
Género: Drama
Año: 2017
Duración: 104′
SINOPSIS
Brady, que fue una de las estrellas del rodeo y un talentoso entrenador de caballos, sufre un accidente que le incapacita para volver a montar. Cuando vuelve a casa se da cuenta de que lo único que quiere hacer es montar a caballo y participar en rodeos, lo que le frustra bastante. En un intento por retomar el control de su vida, Brady emprende un viaje en busca de una nueva identidad y del significado de lo que es ser un hombre en el corazón de América.
TRAILER
NUESTRA OPINIÓN
«I believe God gives each of us a purpose, for a horse it’s to run across the prairie. For a cowboy, it’s to ride»
Con ‘The Rider’, la directora china de formación europea y norteamericana, Chloé Zhao, construye, junto con su opera prima ‘Songs my brother taught me‘, un díptico sobre la tradición y la modernidad, sobre la realidad y los sueños, sobre la familia (en especial las relaciones fraternales) y la comunidad en oeste americano contemporaneo. Ambas rodadas en la Reserva India Pine Ridge en Dakota del Sur, mostrando la situación de los «indios americanos» y de los «vaqueros» que la habitan. En su segunda película, revuelve y potencia las características que definieron su primer largometraje. Una estética cuasi documental, naturalista, de escaso dialogo y fuerte protagonismo de los silencios y las miradas, actores no profesionales, de entornos amplios, paisajes salvajes, donde la libertad se ha convertido en una carga y los sueños en la monótona realidad.
Una película basada en hechos reales, y en la que los protagonistas se interpretan a sí mismos, en este drama de superación personal, de héroes de andar por casa, con la que todos podemos sentirnos identificados. Brady Blackburn, estrella emergente en el mundo del rodeo, sufre una accidente que le fractura el cráneo y que le impide volver a montar, bajo pena de acentuar sus problemas neurológicos. Vive junto con su hermana autista, y un padre ausente y jugador. Seguir en el mundo del rodeo es su manera de huir, de lograr su sueño, de ser libre. Magnifico Brady Jandreau, y su padre y hermana, que se interpretan a sí mismos (con diferente apellido), y que logran transmitir gran sensibilidad y verdad. Alrededor de los personajes protagonistas, vemos la vida en la reserva, en el mundo de los caballos, el rodeo, de los sueños latentes y la tozuda realidad, de rivalidad, amistad y amor.
Una película equilibrada, que evita el telefilm, combinando el lirismo de una estética cinematográfica, con el naturalismo del documental, en la que realidad y ficción se vuelven indisolubles. En la que todos los elementos, fotografía, música, guión e interpretaciones aportan para construir, armonizando los grandilocuentes paisajes con la intimidad de los sentimientos y la universalidad del mensaje, con las dudas que plantea, que trasciende países y culturas.
Una historia ya contada, con una metáfora sencilla: toma las riendas, vuelve a montar el caballo que te ha tirado, pero contada con mucha sensibilidad y verdad. Todo ello en un contexto desconocido (para nosotros) del rodeo, donde el peso de la masculinidad, unido con el éxito como pilar de la cultura americana, condiciona cualquier decisión. Una decisión entre la libertad que proporciona el éxito, la adrenalina que insufla de significado la vida, y la consecuencias de la enfermedad o la limitación familiar, el confinamiento. Una decisión entre vivir intensamente y aunque eso suponga quemar todos los puentes o aprender a construir unos nuevos, nuevas ilusiones y sueños. Morir con las botas puertas, o abrazar esperanzado el futuro. Ser un héroe en la persistencia de lograr el sueño, o en la digna aceptación del cambio. Porque al final, ¿qué somos? ¿cuál es la esencia del ser humano? ¿qué nos define? Son nuestros sueños y aspiraciones, es posible vivir una vida feliz con menos de lo que aspiramos ser, de los sueños que soñamos para nosotros.
Dura y lírica, austera en expresiones y diálogos, que transita por grandes paisajes, espacios en los que vaga el alma humana entre los sueños y la cruda realidad. Una película minimalista, espiritual, sobre la pérdida, la aceptación y los nuevos comienzos, con una mirada de esperanza y amor.
«Sometimes dreams are meant to be»
MÁS INFORMACIÓN
Web oficial: –
IMDb: http://www.imdb.com/title/tt6217608/
FilmAffinity: http://www.filmaffinity.com/es/film186544.html
[…] de Onur Saylak), de la gestión de la culpa, la presión social y el dolor de los sueños rotos ('The Rider', de Chloé Zhao y 'Foxtrot', de Samuel […]