The Outfit (El sastre de la mafia)

0 Creado por el Vie, 20 mayo 2022, 09:58

'The Outfit' (El sastre de la mafia), en Histerias de Cine

FICHA TÉCNICA

País: Estados Unidos
Dirección: Graham Moore
Guión: Johnathan McClain, Graham Moore
Fotografía: Dick Pope
Reparto: Mark Rylance, Zoey Deutch, Dylan O’Brien, Johnny Flynn, Nikki Amuka-Bird, Simon Russell Beale, Alan Mehdizadeh, Brian Rodger
Género: Drama
Año: 2022
Duración: 106′

SINOPSIS

Chicago. 1956. Leonard (Rylance), es un sastre inglés que confeccionaba trajes en la mundialmente famosa Savile Row de Londres. Después de una tragedia personal termina en Chicago, trabajando en una pequeña sastrería en una zona difícil de la ciudad donde hace ropa elegante para las únicas personas a su alrededor que pueden pagarla: una familia de gángsters. Esta familia de mafiosos intentará aprovecharse de la naturaleza gentil y complaciente de Leonard, que junto a su asistenta Mable (Zoey Deutch) se verá implicado con la mafia de una manera cada vez más grave.

TRAILER

NUESTRA OPINIÓN

'The Outfit' (El sastre de la mafia), en Histerias de Cine

«You don’t know how to say one thing when you mean another? You’re English, I thought you were good at that.»

Graham Moore, curtido en la novela y en los guiones de televisión, ganador de un Oscar por el guion de ‘The Imitation Game’, presenta su ópera prima con un guion escrito a cuatro manos junto a Johnathan McClain. Ambientada en un frío y nevado día del invierno del Chicago de 1956, nos introduce a Leonard (Jack Rylance), un sastre de origen británico, y a su asistenta Mable (Zoey Deutch), a la que trata como su propia hija, a la que quiere enseñar el negocio, aunque ella lo que quiere es viajar (colecciona snowballs de diferentes partes del mundo). «One way or another i’m getting out of here«, mientras mira a través de la ventana.

La primera imagen es la de la tienda «L. Burling. Bespoke», con un ángulo a nivel de suelo, un hombre se acerca a abrir, mientras el tren elevador se refleja en los cristales de la tienda. La cámara se sitúa en el interior, y seguimos al personaje mientras camina lentamente por la tienda, todavía a oscuras, mientras una voz en over nos habla de la profesión de sastre. De la importancia de las medidas, pero no tanto de centímetros, sino de la medida del hombre para el que estás haciendo el traje. Mientras habla, le vemos preparar té, limpiar, hacer los patrones, cortar la tela, dar puntadas, tomar medidas. Gente entra y sale, dejan sobres en un buzón de madera negro, algunos dejan ver un arma bajo el abrigo, o un sobre con el símbolo de un anillo de latón («the outfit«, que corresponde a la organización que da título a la película). A través de esta introducción, Moore define a un personaje profesional, calmado, discreto; y nos expresa el espacio físico y emocional en el que se va a desarrollar la trama. La película se desarrolla prácticamente en tres habitaciones de la tienda, conectadas con puertas deslizantes: la recepción, la zona de pruebas y el taller. Los personajes se mueven, entrando y saliendo de escena como si fuera un teatro. Moore aprisiona a los personajes en ese espacio, enfrentando a los personajes a sus sueños y su destino. El fuera de campo funciona, a través de las breves miradas al exterior desde la puerta o la ventana; y de las contadas ocasiones que vemos la tienda desde la calle, en diversas angulaciones, como manecillas del reloj marcando el paso del tiempo, en un movimiento circular.

'The Outfit' (El sastre de la mafia), en Histerias de Cine

Una película que se articula narrativamente a través de luchas de poder entre bandas, el crimen organizado de la familia Boyle y el negocio familiar de La Fontaine, y dentro de la propia familia Boyle; del FBI, del engaño y lo oculto; del pasado y de la defensa de lo que amas; construyendo una creciente tensión, por acumulación de detalles y giros, en una superficie de aparente calma y buenos modales. Hay mucho más que descubrir que un soplón en la tienda de Leonard.

Con una propuesta formal muy clásica, casi teatral, se desarrolla en algo más de 48 horas y prácticamente en el interior de la sastrería. Un esquema que recuerda a ‘The rope’ (1948, Alfred Hitchcock), ‘Sleuth’ (1972, Joseph L. Mankiewicz) o ‘Deathtrap’ (1982, Sidney Lumet). Jugando con las convenciones del cine negro, del thriller en un contexto de gánsteres y mafia, construyendo, a través de pequeñas piezas y elementos, un complejo juego de espejos. Como en un guion de Mamet, la película está llena de dobles significados, de juegos ocultos, de manipulación, en un puzle inteligente e ingenioso, lleno de piezas móviles: desde el título, a la definición de la profesión («not a tailor, but a cutter«), las palabras aparentemente inocentes que cobran significado, e incluso los objetos, en una construcción donde todo tiene su importancia.

El uso de la voz en over, en ocasiones deliberadamente engañosa; que, al igual que ‘The usual suspects’ o la parte final de ‘The sting’, juega con lo que muestra para luego contarnos lo que no veíamos, donde todo se explica, no se muestra, para mostrar y explicar después. Y es que todo funciona formalmente. Desde la sinuosa y dinámica banda sonora jazzística de Alexander Desplat; a la cinematografía de Dick Pope, en una paleta de tonos marrones y grises (salvo por los rojos y verdes de Mable), donde la luz cenital central en forma de ataúd abierto, genera un marcado juego de luces cálidas y cortantes sombras, en una atmósfera de salón clandestino. La cámara acompaña la narración, una edición precisa, con ritmos diversos, que juega con el tiempo y los objetos, pero que no busca grandes alardes cinematográficos, sino la claridad y eficacia de lo que cuenta. «Events unfold in claustrophobic fashion in the tailor’s shop, done up in shades of amber and brown, compressing the screenplay’s tension between its cramped walls«.

'The Outfit' (El sastre de la mafia), en Histerias de Cine

Pero toda esa estructura impoluta, ese traje a medida, de corte y confección, descansa en la magnífica interpretación, contenida y tranquila, pero llena de sutilezas, de Mark Rylance.

Una película que nos habla, a través de la confección de trajes, de lo moderno y lo clásico, del oficio artesano del traje hecho a medida, frente a la producción masiva de los «blue jeans» y del arte («This isn’t art, this is a craft«). Una película que trasciende la propia narración, para expresar la opinión del director sobre la creación de películas, quizá de su propia película, justificando incluso los posibles errores en la terminación. «La terminación es algo inevitable. Es al terminar cuando debes aceptar la idea de que la perfección es una meta necesaria, precisamente porque es inalcanzable. Si no buscas la perfección, no podrás hacer nada grande; y aun así la perfección es imposible. Por eso debes aceptar que puedes fallar. Puede no ser perfecto, pero debes hacer las paces con ello. ¿Cómo? Bien, pues te sientas en mesa de trabajo, dispones tus herramientas, y empiezas de nuevo…» Toda una declaración de intenciones, que esperamos con ganas, a pesar de los errores.

«I’ve got my scier»

MÁS INFORMACIÓN

Web oficial: –
IMDb: http://www.imdb.com/title/tt14114802/
FilmAffinity: http://www.filmaffinity.com/es/film266394.html

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