FICHA TÉCNICA
País: Estados Unidos
Dirección: Bill Ross IV, Turner Ross
Guión: Bill Ross IV, Turner Ross
Fotografía: Bill Ross IV, Turner Ross
Género: Documental
Año: 2012
Duración: 82′
SINOPSIS
Tres hermanos emprenden un viaje secreto al atardecer, a lo largo del río, hacia una isla de placer que siempre les había estado prohibida. Como tal, el concepto narrativo de Tchoupitoulas es tan atemporal como un cuento de hadas. A través de los ojos de los jóvenes protagonistas, experimentamos las impresiones creadas por un cautivador caleidoscopio de bailarines, músicos, buscavidas, drag queens y parranderos que desfilan por las calles alumbradas de Nuevo Orleans, entre la calle Rampart y el río. Mientras que los niños solo pueden ver superficialmente la urbe, la cámara sigue las melodías que emanan de los corredores, y nos lleva hasta los cabarets, a los callejones oscuros, cerca de los borrachos, detrás de los telones, junto a personas que hacen del escenario su hogar.
TRAILER
NUESTRA OPINIÓN
«New Orleans is music and sin.»
Antes de su multipremiada película ‘Bloody Nose, Empty Pockets’ (2020), entre la ficción y el documental sobre la última noche de un bar y sus clientes, Bill Ross IV y Turner Ross habían confeccionado una devastadora triste partitura de sueños e ilusiones infantiles en su segundo documental.
Un viaje de madurez, un «coming of age», emotivo y poético. Un viaje al otro lado, cruzando el río Mississippi, desde Algiers. Un viaje de tres hermanos (William, Bryan, Kentrell) y su perro «Buttercup«, de descubrimiento de un mundo lleno de luces, colores, sonidos, donde se entremezclan personajes de todo tipo.
Desde el principio, mediante una serie de imágenes superpuestas, de luces y colores indefinidos, borrosos, lentamente va tomando nitidez el rostro de un niño, mientras una voz en over nos cuenta un sueño. Una mirada a la pobreza penetrando en un mundo mágico, casi de cuento. Por la cámara transitan turistas y locales, los unos disfrutando de la música, el alcohol y el erotismo; los otros tratando de ganarse la vida: músicos callejeros, vendedores ambulantes, camareros abriendo ostras, pizzeros, bailarines de claqué, músicos de blues, bandas de músicos de Mardi Gras, trans, cabaret, striptease y cafés; vagabundos y busca vidas. La música y el pecado que anuncia un tour en calesa, se desarrolla ante nuestros ojos, y los de los chicos. Mirando desde las ventanas, cercanos pero separados de ese mundo dirigido a los turistas, un mundo que parece inalcanzable.
Intercalado por ese deambular por calles llenas de luces de neón, de gente bailando y cantando, nos presenta mediante un juego de luces de colores difuminadas, oníricas, mediante voz en over los sueños de William, el más pequeño de los hermanos: de conocer a su padre, de viajar, de aprender a nadar, de hacer una enorme fiesta,… sueños. Un niño que transmite una gran esperanza y emoción, que pregunta y responde, pero sobre todo pregunta, que no tiene miedo, pero que tiene 10 años, que quiere dormir para estar guapo, y que dice que los hombres también pueden expresar sentimientos, y que está enamorado.
Y como en los cuentos, hay un límite para volver, para mantener la magia, para tomar el ferry que les devuelva a casa, a la realidad de una casa desestructurada. Como una carroza que se convierte en calabaza a las 12 de la noche sale el último ferry, que pierden; y tienen que esperar a las 6 de la mañana. Se inicia un nuevo viaje, transitando por los mismos lugares, progresivamente vaciándose: servicios de limpieza y algún que otro turista que sigue de juerga. Se detienen a ver unos artistas jugando con el fuego, y del fuego fundimos a blanco y del blanco a la luz del tranvía que se aleja. El camino les lleva a un viejo barco. de aquellos que transitaban el Mississippi para huir de las prohibiciones, de música, juego y alcohol. Penetran en ese espacio abandonado, con miedo e inseguridad, grandes escaleras y espejos, enormes lámparas de araña, un escenario y una barra de bar, pasillos oscuros, en un viaje por la nostalgia, por el tiempo olvidado. Un viaje iniciático para salir de la oscuridad a la noche, en una carrera frenética por las vías de tren, huyendo de sus propios miedos, superándolos, en una carrera de libertad y hermandad: «Nos hemos convertido en hombres«, dice el mayor.
Una breve mirada desde la inocencia a la serie ‘Treme’ (David Simon, 2010). Una inmersión sensorial, por momentos mágica y lírica, siempre realista y ensoñadora.
«Nobody is coming. Nobody cares for us»
MÁS INFORMACIÓN
Web oficial: –
IMDb: http://www.imdb.com/title/tt2011265/
FilmAffinity: http://www.filmaffinity.com/es/film295776.html