FICHA TÉCNICA

País: Lituania
Dirección: Šarūnas Bartas
Guión: Šarūnas Bartas, Ausra Giedraityte
Fotografía: Eitvydas Doskus
Reparto: Arvydas Dapsys, Marius Povilas Elijas Martynenko, Vita Siauciunaite, Alina Zaliukaite-Ramanauskiene
Género: Drama
Año: 2019
Duración: 126′

SINOPSIS

Lituania, 1948. Ounté es un joven de 19 años que se une al grupo de partisanos de la resistencia ante la invasión soviética.

TRAILER

NUESTRA OPINIÓN

«Verdad solo hay una, pero cuesta encontrarla. No mientas, ni a ti ni a los demás. Cuando las cosas se compliquen sufre. No seas como yo. Tienes tu propia cabeza y tu propio corazón.»

Una escena dolorosa y pausada la que nos propone el director lituano Šarūnas Bartas, al situarnos en la ocupación de Lituania por los Rusos en 1948. A través de los ojos inocentes de Untė (Marius Povilas Elijas Martynenko), de 19 años, descubrimos lo mejor y lo peor del ser humano, tras las fatídicas consecuencias de la II GM.

Un «coming of age» forzado por las circunstancias, y que le lleva a formar parte del movimiento partisano que se oculta en los bosques cercanos y al que su padre, dueño de una granja, ayuda ocasionalmente. Un padre que quiere proteger a su hijo del mundo lo más posible, «lo que no sabes no te perjudica. No tienes que saberlo todo«. Un viaje de madurez, un despertar brusco, a través del descubrimiento de la violencia y la traición, entre el dolor de lo visto, y el amor de lo aprendido.

El director contrasta los grandes planos de espacios naturales, por donde transitan los seres humanos, desorientados, en busca, o más bien a la espera, de su libertad; y el peso de los primeros planos, de los rostros, uno a uno, en grupos pequeños, oprimidos en el espacio, en el absurdo de la guerra. Les vemos en el campamento, tratando de sobrevivir, esperando un cambio en la situación, luchando, defendiéndose, ya sea con las armas o la pluma. Entre críticas al control ruso («las instituciones ilegítimas no duran mucho«), y el drama individual, la espera del levantamiento total, de la llegada de la justicia, genera desesperación y mentiras. Con una narrativa lenta, de creación de ambientes, con una paleta de colores apagada entre marrones, verdes y grises, no hay tiempo para grandes momentos emocionales, sino a través de pequeños gestos y detalles, que expresan cariño y preocupación, a través de las miradas y el contacto de las más manos. Destaca la fotografía de Eitvydas Doskus, que emplea la luz natural y de las velas, para transmitir mucha verdad en los rostros, con una estética de sufrimiento barroco. El dolor penetra los fotogramas, la supervivencia se instala, la envidia y traición toman el control. Una película oscura e intimista. Una película de guerra, un drama familiar minimalista, centrado en rostros y manos, pero también en la presentación de la violencia de manera seca, directa, cotidiana.

Una historia de la lucha por la libertad. La película se inicia con un contrapicado sobre los árboles, y la nieve que cae cubriéndolo todo. Un plano que se repite, menos picado, y con los árboles ya sin nieve, para quedar repetido en otro momento, enmarcados entre los barrotes de una ventana por el que vemos pasar unas garzas. Aquellas garzas que se posaban con dignidad, dejándose ver, haciendo ruido, elevan su vuelo por encima de los árboles y el horizonte.

«Ojalá volviera a ser libre como un pájaro»

MÁS INFORMACIÓN

Web oficial: –
IMDb: http://www.imdb.com/title/tt9799640/
FilmAffinity: http://www.filmaffinity.com/es/film931486.html