FICHA TÉCNICA
País: Irán
Dirección: Ali Ahmadzade
Guión: Ali Ahmadzade
Fotografía: Abbas Rahimi
Reparto: Amir Pousti, Shirin Abedinirad, Maryam Sadeghiyan, Alireza Keymanesh, Saghar Saharkhiz, Mina Hasanlou, Alireza Rastjou, Saba Bagheri, Maman Pari
Género: Drama
Año: 2023
Duración: 99′
SINOPSIS
Amir lleva una vida solitaria. Con su perro como única compañía, conduce por los bajos fondos de Teherán, traficando con drogas de todo tipo y curando almas atribuladas como un profeta moderno. Navega por las calles de la ciudad sin rumbo fijo, siguiendo las indicaciones de su GPS mientras se droga para escapar de un pueblo sin futuro. Y, sin embargo, en su deambular encontrará la semilla de la resistencia.
TRAILER
NUESTRA OPINIÓN
«Do whatever you want. Go wherever you want. Be with whoever you want. Just come back to me at night.»
Road trip urbano, físico y emocional, febril, lisérgico e hipnótico por las calles de Teherán. Un retrato social, a través de diferentes encuentros (un yonki, una azafata, un mujer que pretende emigrar, una exnovia, y una serie de ancianos en una residencia), sin saber a ciencia cierta si reales o imaginados, de la parte más oculta, más underground de la sociedad iraní. Alejada de la visión habitual del país y su cultura, nos sumergimos en una «irrealidad» onírica y en ocasiones surrealista, que destapa y muestra su lado más oculto. El director iraní Ali Ahmadzade, que también escribe el guión, parece tener predilección por el uso de los vehículos como espacio o motor de sus narraciones (‘Kami’s Party’, 2013 y ‘Atomic Heart’, 2015). Un elemento, el vehículo, también usado por otros directores iraníes (Panahi, Kiarostami, motivado quizá por la necesidad de ocultar la cámara y poder grabar a través del tejido urbano sin llamar la atención.
En esta ocasión, todo comienza siguiendo en plano secuencia, una ambulancia por un túnel, que se desvía por otro túnel, y de la que descargan sacos que se reparten entre diferentes personas que salen del túnel a pie, en bicicleta, en coche o en moto. Uno de ellos es Mr. Amir (interpretado por el actor natural Pousti), que es básicamente un camello. Sin embargo, a lo largo de la película, vemos cómo es un personaje complejo, que se mueve en el espacio del antihéroe, entre lo terrenal y espiritual, entre lo desinteresado, entre lo terapéutico y lo mesiánico. Una sucesión de personajes en soledad, heridos y dolientes; incapaces de relacionarse (igual que el propio Amir con las mujeres que se encuentra), moviéndose entre las capas de una sociedad adormecida con el opio del pueblo.
Destaca el uso de los espacios, bien sea como liberadores y luminosos dotando de poesía el encuentro con su exnovia, con su mundo literalmente vuelto del revés, o el momento en la azotea del asilo; o como elementos de opresión, sinuosos y escondidos, a través del uso de puertas y escaleras, con un sorprendente uso de las escaleras del asilo, que parecen pintadas por Escher, donde suben y vuelven a subir, en un continuo.
Narrado en su mayoría con angustiantes y opresivos primeros planos (algunos parecen acariciarnos), casi siempre desde el interior del vehículo, recorremos las calles nocturnas y urbanas de Teherán, mientras realiza diferentes encargos; todo ello con una puesta en escena sorprendente, dinámica y rompedora. Combina una edición dinámica, con múltiples planos de diferente duración y angulación; con largos planos secuencia. Desde el uso de un sonido (de Hasan Mahdavi) que parece venir de lo más profundo del alma de los personajes, donde el sonido ambiente (especialmente animales que maúllan y graznan, en sonidos que se combinan con los sonidos del tráfico de la ciudad y un pitido artificial) se impone a los diálogos, en ocasiones tapándolos. El montaje de sonido, se ve afectado por ese viaje alucinógeno, y se mezcla, y produce sonidos inexistentes, amplificando algunos (especialmente gritos y llantos) y suprimiendo otros. Sonidos expresivos, que parecen surgir de los pensamientos, de las ideas y los deseos reprimidos, que surgen como ecos interiores; y donde la voz metálica y femenina del navegador es la única que parece tener claro dónde ir. Pero también en el ámbito visual, logra momentos que descolocan al espectador. El uso de la cámara bajo el volante, que se mueve a la vez que lo hace el coche (siguiendo las indicaciones del navegador), girando sobre sí misma (como si fuese el propio volante) en una expresión del momento alucinógeno del personaje; o mediante el uso de la cámara rápida mientras atraviesa las avenidas amplias, y las calles cada vez más estrechas de una ciudad fantasmagórica y casi vacía, como si fuera un espíritu.
Un grito de libertad, de rebelión, como el de la azafata gritando, con la mitad del cuerpo fuera del coche, «Yeah, fuck you all!!«. Porque al igual que sus personajes se arriesgan a graves consecuencias por sus actos, el director también se arriesga, grabando sin autorización, usando la cámara oculta, usando zooms y actores naturales, para mostrar otra cara de Irán (lo que le ha costado su detención y condena de cárcel).
Una película compleja, nada complaciente, de difícil clasificación, que se mueve entre géneros, utilizando elementos documentales, junto con los del cine experimental, en un extenuante viaje por la noche en la ciudad.
«I have faith first in you, then in God.»
MÁS INFORMACIÓN
Web oficial: –
IMDb: http://www.imdb.com/title/tt27720531/
FilmAffinity: http://www.filmaffinity.com/es/film834958.html