FICHA TÉCNICA

País: Estados Unidos
Dirección: Thomas Bezucha
Guión: Thomas Bezucha. Novela: Larry Watson
Fotografía: Guy Godfree
Reparto: Kevin Costner, Diane Lane, Jeffrey Donovan, Booboo Stewart, Lesley Manville, Kayli Carter, Will Brittain, Bradley Stryker, Greg Lawson, Ryan Northcott, Aidan Moreno, Ryan Bruce, Caillou Pettis, Adam Stafford, Tayden Marks, Amber Shaun, Connor Mackay, Misty Kay, Will Hochman, Bram Hornung, Otto Hornung
Género: Thriller
Año: 2020
Duración: 114′

SINOPSIS

Tras sufrir la pérdida de su hijo, el sheriff jubilado George Blackledge (Costner) y su mujer Margaret (Lane) dejan su rancho en Montana para tratar de rescatar a su nieto en Dakota. El niño está bajo la tutela de la poderosa familia Weboy, pues la nuera se ha vuelto a casar con otro hombre. La matriarca Blanche Weboy, tras descubrir las intenciones de los Blackledge, decide hacer todo lo posible para impedir que el niño regrese con sus abuelos.

TRAILER

NUESTRA OPINIÓN

«Well, then I suppose I’ll learn what I’ve never been able to. Isn’t that what you’ve always told me? Over and over. That I don’t know when it’s time to call it quits.»

La película del director americano Thomas Bezucha, que adapta el libro homónimo de Larry Watson, nos propone un drama familiar, que combina el neo-western con el thriller sin concesiones. Una película cruda, sin alardes, directa y que raspa como lija sobre la piel.

Los abuelos Margaret (Diane Lane) y George Blackledge (Kevin Costner) que viven en una granja en las praderas de Montana, pierden a su hijo en un accidente, y después a su nieto, cuando su nuera se une a la familia Weboy de Dakota del Norte y pierden todo contacto. Inician así un viaje para tratar de mantener la relación con su nieto, con el temor de que sufra malos tratos. Un viaje que tiene ecos de aquel que hiciera Orfeo, penetrando en lo más profundo del infierno, representado por una familia, los Weboy, que surgen de lo más profundo de la América más profunda, para rescatar lo que quieren. Un antiguo sheriff que se mueve en el filo de la legalidad, empujado por su mujer, ambos entre el cariño de su amor y el dolor de la ausencia; y que avanzan profundizando en el wilderness, en lo más salvaje y oscuro del ser humano, al margen de las normas. Un lugar en el que lo más fácil sea entrar, y del que salir no será gratuito.

No es una película de acción, es un drama familiar, en el que nos plantea una inevitable colisión entre formas de entender la familia y lo que estamos dispuestos a hacer para mantenerla, pero que en el fondo son dos caras de la misma moneda. Y esa dualidad queda reflejada, a través de una mirada eminentemente femenina, donde ellas son las que llevan el desarrollo de las relaciones e interacciones, sabedoras del dolor de la vida. Dos mujeres fuertes, independientes, luz y oscuridad, con el mismo objetivo de salvar y mantener unido a su clan, a las que se unen otra mujer, sometida a la violencia masculina que queda en un segundo plano. La imagen de Blanche, la matriarca del clan (inmensa Lesley Manville), que aparece por primera vez saliendo de las sombras tras la lámpara sobre la mesa de la cocina, expresa visualmente el conflicto, especialmente si lo comparamos con la luminosidad aurea de la presentación de Margaret, también en la cocina.

La cinematografía de Guy Godfree, pausada pero con algunos momentos de gran tensión emocional, y física, acompaña el uso expresivo de espacios y colores. Colores azulados y verdes, naturales, con un «puntuante» rojo, que en diferentes tonos, marca la evolución emocional de la abuela, como un eco a lo largo de la película; y que contrastan con los colores artificiales, y anaranjados de los Weboy. Los amplios mares de las praderas del Oeste, con los opresivos interiores de la casa del clan (con un ligero parecido al Bates Motel). Espacios que funcionan como elementos de definición de los personajes: libertad frente al control. Antesala de la violencia física, la intensidad de los diálogos interiores, jugando con enorme pulso narrativo, con una creciente tensión, llena de miradas, encuadres y afilados intercambios verbales, que segmentan las familias en el espacio. Y todo ello acompañado de la música, sencilla, desprovista de efectismo, casi desnuda, de notas de guitarra, violonchelo y pinceladas de piano, de Michael Giacchino, que acompañan a los protagonistas, de la mano, en su viaje emocional.

De cocción lenta, por momentos parece coquetear con el telefilm, pero logra elevarse apoyado en la química de los protagonistas principales, de un convincente elenco de secundarios, y del magnífico y dosificado, pero enormemente efectivo, uso de la violencia.

«Maybe that’s what life is Margaret… a list of things we’ve lost»

MÁS INFORMACIÓN

Web oficial: –
IMDb: http://www.imdb.com/title/tt9340860/
FilmAffinity: http://www.filmaffinity.com/es/film865162.html