La 51ª edición de Sitges – Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya añade dos nuevos focos temáticos que complementarán al ya anunciado leitmotiv del certamen en torno al 50º aniversario de la mítica 2001: Una odisea del espacio, de Stanley Kubrick, y del fantástico surgido en 1968, como la fundamental La noche de los muertos vivientes, de George A. Romero. El Festival conmemorará el estreno en 1978 de La noche de Halloween, la popular película de John Carpenter que canalizó las influencias del psycho-killer, el giallo y los serial killers más aterradores creando un subgénero conocido como slasher.
El slasher –que dominó el cine de terror desde finales de los años 70 y durante toda la década de los 80– estableció unas reglas y certificó el protagonismo activo y pasivo de los adolescentes en el género, mitificando personajes como Michael Myers o Jason Vorhees a través de una serie de productos de bajo presupuesto y gran rendimiento comercial tanto en las grandes pantallas como en el incipiente negocio del alquiler de películas en VHS. Muchas de aquellas películas, en su momento poco o nada apreciadas por la crítica, se han ido convirtiendo en títulos de culto cuya revisión se produjo gracias al éxito de la saga Scream, creada por Wes Craven y que, a su vez, generó una nueva ola de slashers que, en muchos casos, fueron remakes o secuelas de los grandes éxitos de los ochenta. Sitges recuperará en una retrospectiva algunos de los mejores títulos de este subgénero, así como investigará en sus orígenes y legado.
Por otra parte, el bicentenario de la publicación de Frankenstein también será recogido por Sitges en una retrospectiva que destacará la naturaleza femenina del mito, destacando no solo el hecho de ser la primera gran novela de ciencia-ficción y horror escrita por una mujer (Mary W. Shelley) sino también la importancia de la figura femenina en muchas de sus adaptaciones como La novia de Frankenstein, de James Whale o Frankenstein creó la mujer, de Terence Fisher.