FICHA TÉCNICA

País: Reino Unido
Dirección: Uberto Pasolini
Guión: Uberto Pasolini
Fotografía: Marius Panduru
Reparto: James Norton, Daniel Lamont, Eileen O’Higgins, Chris Corrigan, Valene Kane, Louise Mathews, Keith McErlean, Eddie Mohan, Rhoda Ofori-Attah
Género: Drama
Año: 2020
Duración: 96′

SINOPSIS

John, un limpiador de ventanas de 35 años, dedica su vida a criar a su hijo Michael, un niño de cuatro años a quien su madre abandonó justo después de nacer. Ambos llevan una vida simple, elaborada a través de rituales diarios, en una relación de amor sin fisuras. Por desgracia, a John sólo le quedan unos cuantos meses de vida. Dado que no tiene familia, decide invertir los días que le quedan en buscar una nueva familia que adopte a Michael con el fin de salvar a su hijo de descubrir la terrible realidad de la vida.

TRAILER

NUESTRA OPINIÓN

«All I see is death, always there, everywhere»

Quizá lo más difícil, para aquel que sabe de la muerte cercana, sea dejar a aquellos que ama en las mejores condiciones, sabiendo que van a estar bien, atendidos y felices.

El director y guionista Uberto Pasolini nos embarca en un drama humano y profundo, un viaje paternofilial de despedida. Narrada de manera sutil y contenida, dejando de lado sentimentalismos y momentos forzados se apoya en las interpretaciones de los protagonistas principales, James Norton (John) y Daniel Lemont (Michael), especialmente este último, que transmiten una sensación de enorme química y naturalidad. Pero el también productor italiano navega con éxito las complicadas y traicioneras aguas del drama, acudiendo a una forma que remite al cine británico social y especialmente al de Ken Loach. La carga dramática la sitúa en los pequeños gestos (esa vela roja en el cumpleaños, el río que pasa bajo el puente, el globo rojo que se escapa, o el adolescente que se aleja en el retrovisor), en las ausencias y el fuera de campo, en las miradas y en los silencios. Un minimalismo dramático que huye de la sensiblería y el subrayado y que incluso estando ambientada en Irlanda del Norte, presenta paisajes coloridos y luminosos, escapando de la comodidad del gris y de la lluvia (que ocurre a mitad de película). Junto con el director de fotografía, Marius Panduru, construye interesantes desequilibrios arquitectónicos, y planos que son fotografías realistas, pequeños cuadros, llenos de significado, donde la cotidianeidad cobra enorme valor.

El trabajo de limpia ventanas del padre, sirve de elemento definidor de su momento vital, atrapado en un mundo de cristal, donde sólo puede mirar a través de ellos, aislado, separado de una realidad donde la vida continua, se mueve, respira y vive; o reflejado en el espejo partido en dos. Una realidad que le elude, pero que aspira para su hijo. Un peregrinaje contrarreloj, a través de rituales y momentos compartidos, construyendo recuerdos que perduren. Una lucha contra el tiempo, que se hace corpóreo, visible, a través de relojes, trenes, llegar tarde, el paso del día y de la noche; una lucha contra la sutil presencia de la muerte. Un padre trabajador, sacrificado, volcado en buscar lo mejor para su hijo. Y a lo largo de esa despedida, y en la búsqueda de un hogar para su hijo (junto con una principiante pero comprometida, asistente social), apunta con humor, un retrato de la condición humana, de las razones para adoptar, que no pretende ser demasiado crítico. Una mirada sobre la adopción, el abandono, los recuerdos y la muerte, que construye una emotiva película, llena de momentos agridulces y miradas que se hacen eternas, congeladas en un fotograma imborrable mediante un sencillo pero demoledor picado-contrapicado.

«It is the biggest decision of my life»

MÁS INFORMACIÓN

Web oficial: –
IMDb: http://www.imdb.com/title/tt11286640/
FilmAffinity: http://www.filmaffinity.com/es/film905940.html