La cocina

0 Creado por el Vie, 15 noviembre 2024, 11:25

'La cocina', en Histerias de Cine

FICHA TÉCNICA

País: México
Dirección: Alonso Ruizpalacios
Guión: Alonso Ruizpalacios. Obra: Arnold Wesker
Fotografía: Juan Pablo Ramírez
Reparto: Rooney Mara, Raúl Briones, Anna Diaz, Motell Gyn Foster, Oded Fehr, Laura Gómez, James Waterston, Lee R. Sellars, Eduardo Olmos, Finnerty Steeves, Spenser Granese, Leo James Davis, Kerry Adra, Shavanna Calder, Diana Elynel, Mai Elissalt, John Pyper-Ferguson, Pía Laborde Noguez, Julia Haltigan, Roberto Oropeza
Género: Drama
Año: 2024
Duración: 139′

SINOPSIS

Es la hora punta del almuerzo en The Grill, una trampa para turistas de Nueva York que atiende a miles de clientes un viernes normal como hoy. Ha desaparecido dinero de la caja y todos los trabajadores están siendo interrogados. La mayoría de ellos son inmigrantes ilegales y luchan por defender su trabajo, el único lugar que les corresponde en el mundo, mientras preparan un sinfín de platos, tratando de seguir el ritmo del flujo constante de pedidos que llegan del comedor. Uno de los cocineros es Pedro, un joven mexicano que busca en la vida algo más que este trabajo. Es un soñador que está enamorado de Julia, una camarera estadounidense que no puede comprometerse en una relación con un extranjero indocumentado. Rashid, el dueño de The Grill, ha prometido ayudar a Pedro con sus papeles. Pero cuando Pedro es acusado de robar el dinero se precipita hacia un acto que detendrá la cadena de producción en la cocina de una vez por todas. Basada en la aclamada obra teatral de Arnold Wesker.

TRAILER

NUESTRA OPINIÓN

'La cocina', en Histerias de Cine

«They eat, what else is there?»

Curioso el creciente uso de la cocina y su ecosistema, como exploración de la crisis individual y de la crítica social, como microcosmos que curiosamente sirve como metáfora de las dinámicas y estructuras del mundo actual: las series ‘Boiling Point’ (Philip Barantini, 2021) y ‘The Bear’ (Christopher Storer, 2022), o la película ‘The menu’ (Mark Mylod, 2022).

En su última película, ‘La Cocina‘ (The kitchen), basada libremente en la aclamada obra homónima de teatro de Arnold Wesker (1957), el director mexicano Alonso Ruizpalacios propone una exploración crítica y visualmente absorbente de las complejidades y tensiones de la sociedad americana, a través de la cosmología de la cocina de un restaurante en Nueva York. Con una combinación de crítica social y maestría cinematográfica, Ruizpalacios adapta la estructura de un restaurante en Times Square para exponer la jerarquía y el conflicto inherentes en un país que se considera a sí mismo el «crisol de culturas» y enfrentarnos a la cara B del llamado «sueño americano». Alejada de la estética más directa y realista del cine social europeo, del más clásico de Ken Loach al de los Hnos. Dardenne o el de León de Aranoa, pero a su vez anclada en el cine británico del kitchen sink realism y de los Angry Young Men de los 50’s, nos propone un viaje barroco, recargado, ruidoso, que se retroalimenta y se reconstruye, evolucionando en su desarrollo, fluyendo entre géneros en una propuesta tan caótica como efectiva. A través de una narrativa que mezcla las vicisitudes de la inmigración, el capitalismo y los conflictos culturales, convierte la historia de amor imposible entre una camarera americana (Rooney Mara) y un cocinero soñador sin papeles (Raúl Briones), del robo de dinero de la caja y del enfrentamiento social de las múltiples historias que se entrecruzan, en una reflexión desgarradora sobre la «tierra de las oportunidades».

'La cocina', en Histerias de Cine

A lo largo de La Cocina, Ruizpalacios coloca un espejo (que rompe en mil pedazos) frente a la aparentemente abierta sociedad estadounidense, frente al capitalismo, revelando una estructura que funciona, pero que también oprime y separa. Una película que nos habla de las barreras: culturales, económicas, idiomáticas y sociales; que se ve reflejada en el propio espacio del restaurante, una metáfora de la estructura social americana, de la jerarquía de la pobreza: abajo, en la cocina, trabajan los inmigrantes, quienes cargan con el peso de mantener el negocio en marcha; en medio están los camareros, un nivel que parece otorgar un poco más de dignidad pero que también los somete a la precariedad; y, finalmente, están los clientes, ajenos a las complejidades que ocurren tras las puertas de la cocina. Incluso dentro de cada nivel hay divisiones de clase: el inmigrante reciente, el inmigrante de segunda generación y el trabajador «nativo», cada uno con diferentes grados de resentimiento, rivalidad y supervivencia.

La película abre con un largo plano en el que con escasa profundidad de campo, muestra a los personajes desenfocados y desencuadrados, en extrañas angulaciones, transmitiendo la confusión y el sentido de desorientación del inmigrante que llega a Nueva York y no sabe dónde está ni hacia dónde se dirige; y a la que vemos penetrar en el laberinto (motivo que se repite) de la economía americana por la puerta de servicio de un sucio callejón, tan cerca y a la vez tan alejado de las luces y el brillo de la turística Times Square.

Destaca el uso de los recursos audiovisuales, en una estética excesiva y recargada, el uso de planos secuencia, con un montaje dinámico, rocambolescas coreografías y momentos slapstick, en un formato 4:3 y el uso del blanco y negro, para evocar un sentido de claustrofobia, de contraste y de tensión continua, creando un espacio atemporal, de fábula. A pesar de ser en blanco y negro, introduce el color de forma selectiva para crear un simbolismo potente. En la cámara de frío del restaurante, el azul representa un espacio de proyección, un lugar donde los personajes congelan sus aspiraciones y miedos, y se muestran vulnerables. El verde aparece también como un color cargado de simbolismo, relacionado con el dinero y el poder de la economía capitalista, pero también de la esperanza, en el momento más fantástico y metafórico de la película. La inclusión de esas notas de color de manera selectiva en un mundo lleno de contrastes, añade una textura y temporalidad única que subraya la alienación de quienes llegan a la ciudad y se sienten desconcertados; a la vez apela a un elemento de ensoñación y fantástico, que trasciende el puro realismo. También el uso del sonido, de manera muy expresiva, logrando que los sonidos ambientales se conviertan en una especie de banda sonora: el incesante bullicio de las cocinas, los gritos y diálogos en múltiples idiomas, como una torre de babel bajo tierra en un precario equilibrio; se mezcla con momentos de silencio profundo, o diálogos en confianza, de reflexión (curiosamente en el callejón exterior), creando un contraste que intensifica las emociones y los anhelos de los personajes.

'La cocina', en Histerias de Cine

La Cocina no es solo una película sobre inmigración, amor y prejuicio; es una profunda denuncia de las estructuras sociales y económicas que sostienen a una nación en apariencia abierta, pero que en su interior permanece dividida y jerárquica. Una escena emblemática muestra una pecera llena de langostas en el restaurante, un símbolo de la explotación y el destino ineludible de los personajes que, como los crustáceos, están atrapados en un sistema que los consume poco a poco, como simples recursos, piezas reemplazables en un mecanismo más grande y despiadado, donde la eficiencia, el éxito y la productividad son los valores absolutos, por encima de la empatía y las relaciones humanas. La película adapta y contextualiza una obra teatral de los años 50, creando una línea narrativa en la que cada historia individual es, de algún modo, una repetición de ciclos pasados, haciendo de La Cocina un retrato de una nación atrapada en sus contradicciones históricas, anclada en un tiempo circular, donde pasado, presente y futuro se entrelazan en cada esquina de Times Square.

Dice, muy a menudo, mi mejor amigo: «si quieres ver como es pepillo, dale un carguillo.»

«No se puede soñar en una cocina»

MÁS INFORMACIÓN

Web oficial: –
IMDb: http://www.imdb.com/title/tt19864832/
FilmAffinity: http://www.filmaffinity.com/es/film122104.html

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