FICHA TÉCNICA

País: Austria
Dirección: Jessica Hausner
Guión: Géraldine Bajard, Jessica Hausner
Fotografía: Martin Gschlacht
Reparto: Mia Wasikowska, Sidse Babett Knudsen, Elsa Zylberstein, Mathieu Demy, Amir El-Masry, Isabel Lamers, Amanda Lawrence, Camilla Rutherford, Sam Hoare, Toussaint Meghie, Keeley Forsyth, Megan Hughes, Ty Hurley, Paul Riddell, Dominic Geraghty, Lukas Turtur, Gwen Currant, Steevan Glover, Luke Barker, Florence Baker, Lyudmil Petkov
Género: Thriller
Año: 2023
Duración: 110′

SINOPSIS

Miss Novak es una maestra que se une al equipo de una escuela de élite para dar clases de nutrición a jóvenes estudiantes. En poco tiempo, la maestra establece un estrecho vínculo con cinco de sus alumnos, sin que el resto de profesores se dé cuenta de lo que sucede. Hasta que todo da un inesperado giro muy peligroso.

TRAILER

NUESTRA OPINIÓN

«Conscious eating»

La directora austriaca Jessica Hausner pule su estilo con cada nueva película, haciéndolo cada vez más esquemático, más simbólico, y menos figurativo. Sus personajes, mujeres mayoritariamente, alienadas en determinados contextos, ya sean estos religiosos (‘Lourdes’, 2009), científicos (‘Little Joe’, 2019), amorosos (‘Amor Fou’, 2014) o fantástico-criminales (‘Hotel’, 2004). Personajes atrapadas en estructuras sociales y culturales preestablecidas, cerradas, solitarias. En su última película, conjuga ambos elementos, el científico y el de la fe, en una propuesta que parte de un argumento básico y directo, definido desde el inicio, y que progresivamente destila, a través de alambiques y matrices, en un proceso de concentración hasta su decantado en una película que funciona como moraleja.

Todo comienza en una sala, la cámara elevada y con ángulo picado, mesas circulares, a cuyo alrededor se sitúan un pequeño grupo de jóvenes, y en el centro una mujer. Es la profesora Novak (Mia Wasikowska), la nueva profesora de una asignatura de «alimentación consciente», en un internado de una escuela de élite. Mediante un movimiento de cámara circular la directora expone la hipótesis del problema y las motivaciones para tomar una clase cuyo objeto inmediato es reducir el consumo de alimentos: para algunos es el medio ambiente, otros la economía mundial, el consumismo, la salud, la estética o incluso alguno solo necesita los créditos para conservar la beca en esa escuela. A partir de ahí el proceso se vuelve cada vez más extremo, entrando a formar parte de la ecuación un culto a la naturaleza, que lleva a un progresivo deterioro de las ideas científicas, para entrar en el ámbito de la fe y de la virtud.

El sistema educativo, a través de la alimentación y la comida, le sirven a Jessica Hausner para ofrecer una mirada sociocultural y política sobre los posicionamientos ideológicos que avanzan desde un aparente fundamento en la ciencia hacia la fe, de la racionalidad y del conocimiento a la pura creencia, a la magia y a los mitos. La pseudociencia al igual que las medias verdades, son más peligrosas que las mentiras, porque contienen algo de verdad. Y si además la persona que lo difunde es alguien con cierta autoridad, ya sea real o creada, el desastre es inevitable. Una película sobre cómo se construyen las sectas, los charlatanes, los predicadores de milagros, los gurús, que se apoyan en lo real, lo demostrable para introducir elementos de fanatismo, hasta que nada es verdad; solo quedan las creencias y la autoridad moral. Una crítica encubierta a las fake news, a los gurús de nuevo cuño, y los influencers de redes sociales.

Con una mirada precisa, disecciona las varias capas en conflicto: el de los alumnos desamparados y aburridos, el de los padres ausentes y el de las cúpulas educativas, entre los que se cuela el zorro disfrazado de cordero. Miss Novak, con formas de profesora institutriz, de trato firme y benevolente, funciona como un moderno flautista de Hamelin que en la noche de la alienación y la inseguridad, se lleva a los jóvenes, deseosos de atención olvidados por unas familias sin tiempo, tratando de encontrar seguridad y certeza en un mundo de continuo cambio y sin guía.

Una crítica que trasciende el excesivo consumismo y el capitalismo, y que profundiza en el abandono de las obligaciones familiares que delegan en el sistema educativo, y un profesorado pendiente de la comunicación, los rankings y de la superficialidad de las formas (más como pose, que como convicción íntima). Una crítica que penetra la diferencia de clases subyacente en ese espejo capitalista y de inmediatez, que refleja una mirada a las fake news, la desinformación, y la neo-verdad, mediante un progresivo desplazamiento de la ciencia, que apoyada en ella, transita por la fe ciega, y culmina en el sectarismo; y de la familia como comunión, hacía el distanciamiento y el individualismo. La doble moral: no es el fondo, aquello que están aprendiendo; sino las formas, un comportamiento pretendidamente inapropiado con un alumno, lo que hace que salten las alarmas institucionales y familiares.

A través de una puesta en escena, racional y científica (su habitual director de fotografía Martin Gschlacht), mediante ángulos extraños y observacionales (la mayoría ligeramente picados) y de planos fijos, sacudidos por movimientos de cámara (el uso hasta la extenuación del zoom de avance y retroceso), construye, a través de la repetición, una letanía, una especie de meditación que deja traslucir una esencia orgánica, natural e hipnótica. La estética fría, pero llena de colores chillones, de espacios perfectos y estáticos, modernos, transmiten una cierta sensación de irrealidad, de sueño y fantasía, de distopía cercana. No solo en las formas, pero también el uso del sonido, por un lado mediante el uso del lenguaje modal, los personajes parecen robots o marionetas repitiendo frases hechas, slogans, con diálogos impostados; y el uso de la satírica e inquietante banda sonora de Markus Binder, llena de tambores y cantos corales (a lo Hare Krishna), remiten a lo ancestral y primitivo, a lo básico.

Una imagen final, cuya estructura formal parece aludir de manera irónica, a una «última cena» y que expresa y condensa la continua sensación de comedia y tragedia, de absurdo, vital, de risa incómoda, que deriva de la incapacidad para hacer frente a los problemas de la sociedad moderna. Personajes alienados, todos ellos, que hacen lo que se espera, sin capacidad crítica ni independencia, sin las herramientas necesarias, como sociedad, para enfrentar las grietas del sistema (podría ser el reverso gafapasta de ‘Speak no evil’, de Christian Tafdrup, 2022).

«There’s more in you»

MÁS INFORMACIÓN

Web oficial: –
IMDb: http://www.imdb.com/title/tt18235146/
FilmAffinity: http://www.filmaffinity.com/es/film148783.html