Cinco años después de su ópera prima 'Dance! Dance! Dance!', el director belga profundiza sobre los temas de aquella, sobre los sueños de la música, profundizando en el aspecto más visual. Una película sobre el lado oscuro de la música, su capacidad de crear y destruir sueños, de inocencia interrumpida, sobre las elecciones, los pequeños sacrificios, que como un camino de baldosas verdes, te sumergen en una pesadilla de oscuridad profunda...