Una propuesta minimalista, de sonidos del agua, del viento, de tormentas, de pájaros y rebecos, acompañado de una banda sonora sutil y equilibrada. Nubes que proyectan su sombra sobre las masas rocosas, que parecen gigantes dormidos. Pliegues rocosos en sinuosas formas. La niebla que se desliza como un vestido de seda, deslizándose entre las faldas hasta el valle, donde conforma mares de honda blancura...