Hay quienes de vez en cuando tienen un mal día. A Henry Altmann le sucede a diario. Siempre está insatisfecho y enfadado con el mundo y el conjunto de sus habitantes. Así se presenta en la consulta de su médica, la doctora Sharon Gill, y aguarda con impaciencia a que le toque el turno. Sharon, que tampoco tiene un día glorioso, le comunica que tiene un aneurisma cerebral. La noticia enfurece aún más a Henry...